LD (EFE) En su intervención en la asamblea anual del Instituto de Empresa Familiar (IEF), Zapatero ha señalado que las pymes acumulan el 50 por ciento de la destrucción de empleo durante la crisis y no tienen instrumentos como los EREs, que "están dando resultados positivos".
El presidente del Gobierno ha hecho esta reflexión tras escuchar la petición del IEF de aprobar una rebaja generalizada de cinco puntos en el Impuesto sobre Sociedades para todas las empresas, pequeñas y grandes.
Zapatero ha recordado que el Gobierno ya rebajó este tributo a todas las empresas en la pasada legislatura, y ha asegurado que siempre ha apostado por dar la "la mayor facilidad en cuanto a la actividad económica e intentar una presión fiscal razonable y moderada para las empresas y para las familias".
La rebaja fiscal que Zapatero anunció en el último debate sobre el estado de la nación es de cinco puntos sobre el Impuesto sobre Sociedades, pero se limita a las pymes con baja facturación que mantengan o creen empleo. Además, como ha recordado en su intervención de hoy el presidente, esta rebaja es transitoria y se limitará a tres ejercicios.
Zapatero ha subrayado que esta bajada se une a otras reducciones impositivas que han supuesto un ahorro para los contribuyentes de 30.000 millones de euros en los años 2008 y 2009, lo que equivale a tres puntos del Producto Interior Bruto. Además ha recordado que la presión fiscal española se encuentra en el 33 por ciento del PIB, "muy por debajo del promedio europeo".
Los dirigentes de las principales empresas familiares españolas han pedido al presidente del Gobierno que impulse con carácter urgente y ante la crisis una reducción generalizada de la fiscalidad que grava a las compañías y una bajada de las cotizaciones a la Seguridad Social.
El presidente de esta asociación, Simón Pedro Barceló, ha advertido de la "gravedad" de la situación por la que pasan las empresas españolas, tanto las grandes como las pequeñas, y las firmas familiares en particular. Por eso, Barceló le ha pedido a Zapatero que se apruebe una rebaja generalizada de cinco puntos en el Impuesto de Sociedades para todas las empresas, que se reduzcan en dos puntos las cotizaciones a la Seguridad Social, que se apruebe una exención fiscal por la reinversión de beneficios y que se contenga el gasto público.
El presidente del IEF, que ha ofrecido a Zapatero el apoyo de la organización en la adopción de estas medidas, que considera "inaplazables", ha subrayado la necesidad de que se "abarate el empleo y no el despido", es decir, que se reduzcan los costes que conlleva el mantenimiento del empleo para evitar la destrucción de más puestos de trabajo.
Pedro Simón Barceló ha citado otras reformas de carácter estructural, como las orientadas a reducir el abstentismo laboral o a condicionar la negociación salarial a la evolución de la productividad, así como ampliar las deducciones fiscales por inversiones en I+D+i y garantizar el funcionamiento de los servicios públicos de empleo, que no funcionan con la "agilidad deseable".
Por otro lado, Zapatero ha defendido la urgencia de impulsar ahora un nuevo modelo productivo y ha destacado la importancia de la futura ley de desarrollo sostenible , que incluirá medidas fiscales, presupuestarias y normativas para apoyar a los sectores innovadores.
Entre estos sectores, ha apuntado a las tecnologías de la comunicación, la biotecnología, la salud, la atención a la dependencia y la "economía verde" , en la que ha englobado a diferentes actividades vinculadas a la eficiencia y el ahorro energético, desde la rehabilitación de edificios hasta el reciclaje o las energías renovables.
Tras animar a las empresas a reorientar su actividad hacia sectores emergentes o a hacer los tradicionales más sostenibles, Zapatero ha rechazado que se pueda acusar al Gobierno de "dirigismo", porque su misión es liderar, "poner las luces largas" y determinar el rumbo del crecimiento futuro.
"Hay que hacerlo con urgencia, con determinación y con el mayor concurso político y social", ha insistido el presidente del Gobierno, que se ha comprometido a llegar a un acuerdo sobre la ley de desarrollo sostenible en la mesa de diálogo social para después debatir la norma en el Congreso con los grupos parlamentarios.
Zapatero, ha señalado que el Gobierno interpreta con "cautela" las señales que apuntan a que el deterioro de la economía está "tocando fondo", ya que es consciente de que, una vez superado ese punto, la siguiente fase "tampoco será fácil".