Una vez más, el presidente del Gobierno ha hecho el ridículo en un foro internacional delante de políticos y empresarios. En la previa de la Cumbre del G-20 que se celebra en Seúl (Corea del Sur) se ha atrevido a dar una conferencia en la que ha prometido que en España se crearán un millón de puestos de trabajo en la próxima década gracias a la "economía verde". Ya saben: la "tierra no pertenece a nadie, sólo al viento".
No ha explicado cómo lo hará, porque se trata de una cortina de humo más para ocultar su incompetencia en materia laboral y energética, ya que en España el caos regulatorio invade todas las decisiones de las compañías eléctricas, con un déficit de tarifa de 20.000 millones de euros, una falta de seguridad jurídica propia de país bananero y una falta absoluta de responsabilidad por la ausencia de una apuesta clara por la energía más barata, eficiente y limpia: la nuclear.
Si piensan que lo que les cuento es insuperable no lancen las campanas al vuelo, porque hoy Zapatero impartirá una conferencia en la que explicará cómo superar la crisis, donde va a dar clases a los representantes mundiales para luchar contra el desempleo. Lo del presidente español es de juzgado de guardia, pero al final –como todos- se irá de rositas y serán las familias y empresas las que tendrán que sacar adelante a un país que se dirige a la ruina a pasos agigantados.
Aunque el gobierno que más crudo lo tiene es el irlandés, ya que la confianza de los inversores en la deuda soberana del país se ha hundido en un día aciago para Europa. Bruselas ha ofrecido rescatar a Irlanda para evitar el efecto dominó en Portugal y España, lo que supondría un apocalipsis económico sin precedentes. De momento los bonos irlandeses cotizan ya al 9%, que es una tasa de país quebrado. Sirva como ejemplo que los griegos están al 11%. Los españoles, de momento, se sitúan en el 4,6%, muy lejos del 2,2% de los alemanes.
Todos los diarios hablan de la crisis de deuda pública y de la posibilidad real de que Irlanda suspenda pagos. Expansión titula: "golpe a la deuda española por el miedo al contagio" y destaca que "Bruselas dice estar lista para rescatar a Irlanda y el riesgo país de España se dispara a los 220 puntos". Coincide en el enfoque con Cinco Días que muestra su preocupación porque "la prima de riesgo española está en máximos por el contagio irlandés".
Por su parte, El Economista dice que "se cierra la financiación: las dudas sobre Irlanda encarecen la deuda soberana, mientras la cumbre del G-20 es incapaz de tranquilizar a los mercados".