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Zapatero vaticina que el año se cerrará con un crecimiento del 3,8 por ciento y una inflación "moderada"

El presidente del Gobierno ha hecho unas optimistas previsiones para el cierre del año en materia económica. Espera un crecimiento del 3,8 por ciento en la economía española. También prevé un superávit del 1,5 por ciento del PIB en las Administraciones Públicas. En cuanto a la inflación, ha dicho que se "moderará" hasta el 2,6 por ciento. Además, augura la creación de 700.000 puestos de trabajo para finales de año. Zapatero ha atribuido estas cifras al "dinamismo" empresarial. Pero, según ha dicho, también se deben al "rigor y seriedad con el que el Gobierno aplica sus políticas".

El presidente del Gobierno ha hecho unas optimistas previsiones para el cierre del año en materia económica. Espera un crecimiento del 3,8 por ciento en la economía española. También prevé un superávit del 1,5 por ciento del PIB en las Administraciones Públicas. En cuanto a la inflación, ha dicho que se "moderará" hasta el 2,6 por ciento. Además, augura la creación de 700.000 puestos de trabajo para finales de año. Zapatero ha atribuido estas cifras al "dinamismo" empresarial. Pero, según ha dicho, también se deben al "rigor y seriedad con el que el Gobierno aplica sus políticas".
L D (Agencias) En unas jornadas organizadas por The Economist, José Luis Rodríguez Zapatero señaló que 2006 finalizará con 700.000 nuevos empleos creados, y con una inflación "moderada, en torno al 2,5 o al 2,6 por ciento". Respecto a la inflación, dijo que su moderación permitirá mejorar "claramente" la vida de los ciudadanos españoles.

El presidente destacó asimismo que la composición del crecimiento económico se ha equilibrado por una menor aportación negativa del sector exterior y que el futuro de la economía española "es igual de prometedor" que el largo periodo de bonanza que acumula la economía española desde mediados de la década pasada.

Zapatero también se refirió a la subida de la tarifa eléctrica prevista para enero de 2007. Según el jefe del Ejecutivo, el aumento  tendrá en cuenta el crecimiento de los precios de los combustibles en los mercados nacionales. Además, incorporará los nuevos costes para retribuir la distribución de energía eléctrica, mejorar la calidad del suministro y dar una mayor participación a las energías renovables con el objetivo de reducir la elevada dependencia de España.

"Trasladar costes a precios es una cuestión de eficiencia, y lo contrario pondría en peligro la seguridad en el suministro y la sostenibilidad del crecimiento", añadió.

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