Dice Mendicutti al bebé que sus padres son "cool a rabiar" y los cool siempre dicen que "cuando ganan un Oscar lo ponen en el rest room, que es como los americanos finos llaman a lo que Martes y Trece llamaban el excusado".
"Has llegado en plan fantástico", le dice al recién nacido. "Ese hospital, el Cedars Sinai, en el que mamá Penélope te ha traído a este valle de lágrimas, es el más lujoso de Los Ángeles" y "no está en El Aaiún, claro".
Lo de El Aaiún lo dice porque "tu papá, además de ser un pedazo de actor, es un hombre comprometido, y defiende con pasión la causa del pueblo saharaui. Creo que tu mamá es igual de grande y comprometida, también". Y le advierte al retoño que "gentes malintencionadas saldrán diciendo que mucho rojerío, pero que para traerte al mundo bien que se han quedado en USA y se han ido a lo más caro y exclusivo que hay en clínicas, en lugar de a una tienda médica del Sáhara Occidental gestionada por el Frente Polisario. Decir eso, además de una mezquindad, es una tontería. Primero porque tú no tienes la culpa de que tus papás sean los más rojos del planeta, y después porque el catecismo de los rojos ricos es bien claro al respecto: no se trata de que todas y todos vayamos a parir al Sáhara, sino de que todas las saharauis puedan ir a parir al Cedars Siani. Ojalá llegue pronto el día en que lo veamos".
Espera Mendicutti que "pronto se aclare si eres niño o niña. El Hola ha dicho que eres niño, pero a mí no me basta. De hecho, tus papás, con tal de despistar a la prensa, son capaces de decir que eres niño, aunque seas niña, o viceversa". También le pide al "bebé de oro" que "a ver si tus papás se les pasa un poco la manía anti paparazzi, de paso, el estilo andrajoso que gastan cuando van de diario".