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Un regalo para ella: Con el chucho hemos topado

Jean Pierre (Alain Chabat) compra un cachorro de bulldog a Nathalie (Mathilde Seigner) por el aniversario de la pareja. Grave error: el perro no sólo se va a adueñar de la casa, sino también del corazón y la mente de la mujer. Claro que Jean Pierre quizá tenga también algo de culpa.

Jean Pierre (Alain Chabat) compra un cachorro de bulldog a Nathalie (Mathilde Seigner) por el aniversario de la pareja. Grave error: el perro no sólo se va a adueñar de la casa, sino también del corazón y la mente de la mujer. Claro que Jean Pierre quizá tenga también algo de culpa.

Un regalo para ella es la película póstuma de Claude Berri (Germinal), que falleció durante el rodaje, razón por la cual el crédito de director lo comparte con François Dupeyron (El señor Ibrahim y las flores del Corán). Viendo el resultado final del film esto quizá explica cierto cambio de compás veinte minutos antes del final de la película, con ese giro hacia una resolución complaciente que minutos antes se antojaba imposible. Pero eso no es motivo de total menosprecio.

Porque Un regalo para ella se aleja de los estereotipos norteamericanos de películas con perro y prefiere recorrer la vía de una comedia ligera a la francesa, eso sí, menos sangrante de lo que quizá se pretende. Pero Berri y Dupeyron se las apañan para que el film no se sostenga en las gracias perrunas sino en los avatares domésticos de esa pareja acomodada y resabiada que en realidad se cae a cachos, condenada a la aparente destrucción a causa de un detonante de cuatro patas. El chucho ocupa así un espacio acotado que nos lleva a considerar Un regalo para ella como la comedia perruna más decente de los últimos meses, en la medida que el animal es un mero receptáculo de las verdaderas emociones de sus dueños, los protagonistas de la función.

Y aunque la sangre no llegue al río y prime lo ligero, y Un regalo para ella sea una película menos sardónica y más complaciente de lo que se pretende, se agradecen bastante los esfuerzos que se hacen durante su desarrollo para complicar verdaderamente las cosas a la pareja. Pese a una conclusión que nos huele a impostura se percibe una cierta amargura y se aporta algo de la problemática de la pareja constituida y madura que agrada y dan peso a la película.

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