Una cosa es evaluar, analizar, el sistema de financiación autonómico y otra bien distinta es "modificarlo", abriendo así la puerta a nuevas fórmulas como se podría reclamar desde Cataluña. Y el Gobierno central y las comunidades autónomas del PP apuestan declaradamente por la primera opción, tal y como se encargó de subrayar María Dolores de Cospedal, que será la voz de los barones populares en la Conferencia de Presidentes del día dos. Una conclusión tras mucho enredo en la comunicación que volvió a exasperar a las estructuras del partido en el poder.
El mensaje del PP será el mismo independientemente de la región que represente. Si algo quiere evitar el Gobierno, y en ello se afana Génova, es que cada Ejecutivo regional vaya por su lado. "Ganamos si estamos unidos, si no mostramos atisbo de división", en voz de un alto cargo regional. Y la secretaria general de los populares tendrá en ello un papel estelar, habida cuenta de que el Gobierno tendrá que mantener el papel de neutralidad -este mismo lunes, Soraya Sáenz de Santamaría se reunió con todos los consejeros de Presidencia, cita que calificó de "muy positiva"-.
Las directrices están marcadas. Se abrirá la senda del diálogo para ver qué falla en el sistema, evaluarlo y si puede ser mejorado cambiarlo. Pero todo dentro de los límites del marco vigente, sin estridencias y calculando muy bien los pasos. Así lo confirmaron a este diario fuentes autorizadas de Moncloa, Génova y varios Ejecutivos autonómicos del PP, negando a renglón seguido contradicciones ni "líos" en el triángulo, sino "una vez más" problemas de comunicación y falta de explicación.
En el encuentro informal que Mariano Rajoy mantuvo con los periodistas en Roma, enseñó sus cartas: diálogo, negociación, pero siempre dentro del actual sistema. Todo lo demás, añadió, bordea la Constitución, como el concierto económico planteado por Artur Mas. No es el momento, según Cospedal, de "abrir en canal" el modelo.
Las comunidades del PP, asfixiadas económicamente y con problemas en la calle por el descontento ciudadano, apoyan una "imagen de unidad", en voz del gallego Alonso Rueda. En la última conferencia, celebrada bajo el mantra de José Luis Rodríguez Zapatero, los populares se movieron al mismo son bajo la batuta, precisamente, de Alberto Núñez Feijóo, y fue calificada de éxito rotundo. La estrategia pasa por repetir los pasos. "Entrar a fondo en el tema de la financiación en una Conferencia de un día sería demoledor", insistió Alonso.
Otra cosa es "evaluarlo". Ahí también coinciden todas las partes, justamente porque la puerta la abrió el presidente para así dar cerrojazo al denominado pacto fiscal catalán. "Se ha llegado al acuerdo de cumplir la ley, y la ley dice que hay que llevar a cabo un estudio de cómo está funcionando a día de hoy la financiación autonómica", expuso a las claras Roberto Bermúdez de Castro, del Gobierno de Aragón. Efectivamente, así lo dicta la ley, remachan desde Moncloa.
Varios barones regionales, consultados por este diario, pusieron el énfasis en que todo lo que sea salirse de los márgenes anteriormente expuestos conlleva un interés declarado de "enredar". "Nunca, jamás en estos momentos y circunstancias, habrá cambios", destacó uno de ellos. Se declararon "hartos" de los problemas de comunicación. Fuentes gubernamentales lo admitieron: "Somos lo mismo y a veces no lo parecemos". El entorno de Cospedal recalcó que "se ha dicho lo mismo" que enfatizó Sáenz de Santamaría el viernes, y que no hay fisuras en este sentido.
De hecho, la secretaria general del PP, antes de salir ante los medios tras el Comité de Dirección, despachó telefónicamente con varios cargos autonómicos para unificar posturas. Todos los caminos, incidieron a uno y otro lado, llevan al comunicado excepcional que la Secretaría de Estado de Comunicación remitió el jueves, tras la cita entre Rajoy y Mas, en la que recalcaba que nada quedará fuera del sistema que hoy funciona para las comunidades, exceptuando País Vasco y Navarra.