El Mundo dice que "Castro ve 'sobrados indicios' para sentar a la Infanta en el banquillo". Ya nos imaginamos, si no no la habría imputado, digo yo. Dice el editorial que el auto de Castro es "minucioso, demoledor, repleto de datos y argumentos que hacen poco probable que la Audiencia de Palma desestime sentar a Doña Cristina en el banquillo". Yo no me haría ilusiones, Casimiro. "A la vista de la solidez de los argumentos de Castro lo previsible es que la Audiencia procese a la hermana del Rey. En este caso, sería adecuado que se planteara la conveniencia de que la infanta renunciara al titulo de duquesa de Palma". Lo llevas claro. Raúl del Pozo dice que nos quejamos de vicio. "Aún dicen que esto no es una democracia. Pero los jueces, aunque sean nombrados por los partidos, han metido en la sombra a generales, ministros y cupletistas. Ahora le llega el marrón a una infanta".
El otro personaje del día es Magdalena Álvarez arrancada al fin del asiento del BEI. "Álvarez se va del BEI pero cobrará hasta que se jubile 10.000 euros al mes". Pero bueno, Maleni, una pasta y sin dar golpe, ¿cómo te has resistido tanto? Dice El Mundo que se va "demasiado tarde y muy mal". "Cuando no tenía más remedio un mes antes de que la expulsaran. Las excusas y falsedades invocadas ayer por Álvarez para justificar una salida ineludible, lejos de honrarla, pone el acento en la soberbia de un personaje que ha preferido dañar la imagen de España, y poner en apuros al BEI, antes que dar su brazo a torcer". Ya lo dijo la moza , antes partía que doblá.
El País concreta un poco más que El Mundo. "El juez pide procesar a la infanta por su 'colaboración silenciosa'". El periódico de Prisa pone a caldo a la hija del Rey. "La obcecación de una imputada". "Doña Cristina ha cerrado filas con su marido, interpretando la estrategia de aislamiento diseñada por la Zarzuela como una injusta condena por adelantado. No se planteó el divorcio ni pensó que el caso Noos llegaría tan lejos. Nunca ha ofrecido a su padre renunciar a sus derechos dinásticos". Una niña mimada, vamos. Parece que a Cebrián se le ha pasado momentáneamente el berrinche por el discurso de Felipe VI y le da un trato al menos correcto en el editorial. "La Casa Real ha reaccionado bien al manifestar su pleno respeto a la independencia del poder judicial, corrigiendo así la impresión causada por el apoyo mostrado a la fiscalía, hace más de un año, en contra de la primera imputación de la Infanta. Muchas cosas deben cambiar, en coherencia con la conducta 'íntegra, honesta y transparente' prometida por Felipe VI". Y además, un periodista mexicano llamado Jorge Zepeda Patterson escribe un larguísimo artículo poniendo por las nubes a Letizia. "Letizia, la Reina en el Sur", se titula. "Era demasiado guapa". "Supe que sabría vencer las críticas con trabajo, talento y temeridad". A lo mejor es una forma de compensarle por la niñería de hurtarle la foto de la exposición en El Prado el otro día. Por cierto que también escribe Rajoy. "'Ubuntu', estamos todos juntos en esto".
Sobre Magdalena Álvarez, cuenta que se va dando coces. "Magdalena Álvarez achaca su dimisión a las presiones del Gobierno". Maleni es una chicaPaís, así que el periódico le ofrece la posibilidad de echar pestes en una entrevista. "La imputación es una excusa para que deje mi puesto a alguien del PP", dice la lenguaraz exministra. "Tendrán que devolverme el trabajo cuando salga inocente". Como si fuera de su propiedad.
ABC, como no podía ser de otra manera, insiste en ir a la yugular del juez que osó imputar a la hija del rey. "Castro procesa a la infanta Cristina en contra del fiscal y de Hacienda". El editorial, pues igual. "El juez Castro ha confirmado sus conocidas intenciones de no dejar a la infanta fuera del caso Noos", el juez "trufa su decisión con comentarios irónicos mal traídos", todo son "presunciones" , "un largo relato de suposiciones", y así. Ahora bien, a ver si la realeza tiene más cuidado con quien mete en casa. "El entramado de sociedades instrumentales y negocios opacos de Urdangarín era incompatible con su pertenencia a la Familia del Rey". Que estos "indeseables e irresponsables episodios de oportunismo lucrativo", que es como llama ABC lo que todos conocemos por robar, no se repitan.
Magdalena Álvarez ejerce su magnetismo sobre Jaime González e Ignacio Camacho. Jaime la define como una psicópata que carece de "resortes éticos para distinguir el bien del mal". Pues ya tiene añitos. A Ignacio le fascina el personaje. "Ella es así. Arrogante, visceral, desapacible, bronquista. Incapaz de aceptar un error por fundada que este la razón de la evidencia. Magdalena en estado puro (...) Que se marcha porque quiere, dice. Por dignidad, agotaita en su santa paciencia. No porque decenas de dedos lleven semanas señalándole la puerta". Habría que meterla en un laboratorio.
La Razón dice que "la infanta no iría a juicio si la Audiencia de Palma tumba el delito de blanqueo". Ah, pues nada, ya saben en la audiencia por dónde pueden tirar. Marhuenda se pone los guantes de boxeo con el juez Castro. "El 'justiciero' pone punto y final 63.604 folios después". Ha imputado a Cristina "por ser quien es", todo está basado en "suposiciones y conjeturas" y "se obstina en imputar en solitario a la hermana del Rey". A ver si en la Audiencia le da "otra severa reprimenda". Sobre Magdalena Álvarez cuenta El Submarino que estuvo el otro día en un restaurante de Madrid y "echó perlas por la boca", "estaba que trinaba". Y que no nos apuremos, que "asegura que piensa dar guerra". Menos mal, pensé que iba a retirarse. Nos da unos momentazos.