Un acuerdo para la investidura de Susana Díaz está muy lejano, al menos hasta que terminen las declaraciones judiciales de los principales gerifaltes socialistas de los últimos años, sobre todo Manuel Chaves y José Antonio Griñán, cuya dimisión se ha convertido en conditio sine qua non para Podemos y Ciudadanos. Además, la inminencia de las elecciones municipales impide acuerdos que perjudiquen la imagen de los partidos emergentes. Lo que sí parece claro es que el PSOE quiere que Susana Díaz sea presidenta antes de las elecciones municipales para presentarse en la contienda electoral con capacidad de promesa y poder efectivo, además de proyectar una nueva imagen institucional.
El PP, tras la negativa del PSOE a su acuerdo por el gobierno de la mayoría más votada, no tiene prisa alguna. Pero es que ni siquiera se llega a acuerdo sobre la Constitución de la Mesa del Parlamento cuando quedan dos días para la constitución del nuevo Parlamento y han pasado ya 23 dias desde la celebración de las elecciones. Quedan dos días para que se constituya el Parlamento autonómico.
Por tanto, la sesión constitutiva del próximo día 16 podría tener lugar sin acuerdo alguno sobre la Mesa del Parlamento. Incluso podrían celebrarse las elecciones del 24 de mayo sin que la Junta tuviera una presidencia decidida.
Según El Mundo, los socialistas exigen al PP, Podemos y Ciudadanos que se abstengan en la investidura para que la candidatura de Susana Díaz salga adelante con mayoría simple. Eso no puede ocurrir en una primera votación, que exige la mayoría absoluta (55 escaños). Por lo tanto, todo hace indicar que la primera vuelta, que se celebrará dos semanas después de la constitución del Parlamento, en torno al 30 de abril, será fallida.
El PP, principalmente, aunque asimismo IU, Podemos y Ciudadanos, encajan la responsabilidad en una Susana Díaz que es responsable de la convocatoria de elecciones anticipadas tras las que se ha ganado en inestabilidad.
Después del 30 de abril, es cuando puede ocurrir que alguno de los partidos, sobre todo Podemos, se abstenga para facilitar la investidura, pero las elecciones municipales que tienen lugar 24 días después, parecen remar en contra de dicho rumbo, al menos explícitamente. Si Podemos acepta la investidura de Susana Díaz, el PSOE podría compensar el favor con acuerdos en la Alcaldía y la Comunidad de Madrid.
La Mesa imposible
El PP quiere dos sillones de los siete de la Mesa del Parlamento por razones de proporcionalidad en el voto. La Mesa la componen, como es sabido, el presidente de la Cámara, tres vicepresidentes y tres secretarios generales. Dado que el PSOE quiere 3, sólo quedarían dos puestos y uno de los partidos, probablemente, IU, debería quedar sin miembro en la mesa y eso va contra el reglamento.
Para resolver el problema, el PP no descartó reunirse con otros miembros de la oposición a los que propondría una composición que rebajara la presencia socialista de 3 a 2 miembros, cosa que no quiere ni oír siquiera el PSOE. Por el contrario, el PSOE quiere que sea el PP el que tenga el mismo número de miembros en la Mesa que Podemos, Ciudadanos e IU, esto es, un solo miembro.
Recuerda el grupo Joly que si el PP pacta con la oposición, y especialmente con Podemos, podría dejar al PSOE en una franca minoría. IU ha propugnado un acuerdo, hasta ahora sin éxito, para que el presidente de la Cámara no sea socialista, algo que consumaron PP e IU en la etapa de pinza en la legislatura de 1994.
Uno de los modos de resolver el embrollo podría ser aumentar la Mesa de siete a ocho miembros, pero sería crear un cargo más y alterar el reglamento que exige unanimidad.