Armamento para continuar la guerra oculto en material humanitario para ayudar a paliar los efectos de esta. Los siete islamistas detenidos este domingo en diferentes puntos de España utilizaban el envío de ayuda humanitaria a Siria e Irak como cobertura fraudulenta para suministrar armamento a grupos terroristas como Estado Islámico o el Frente Al Nusra.
En realidad, escondido en contenedores marítimos, el material que remitían a estos dos países en conflicto eran armas de fuego, dinero en divisas, equipos electrónicos y de trasmisiones, material destinados a la fabricación de explosivos y todo tipo de material que en un momento dado pudiese ser utilizado para facilitar la maquinaria bélica del califato del terror y la marca de Al Qaeda en Siria.
La célula desmantelada se caracterizaba por su perfecta organización y por una estricta distribución de cometidos entre sus integrantes, formando parte de una estructura logística estable y plenamente operativa que era imprescindible para el sostenimiento de las actividades terroristas de ambas organizaciones. Habían trabajado en varios países europeos hasta que en los últimos años se habían asentado definitivamente en España.
El funcionamiento y la dirección del grupo la ejercía un solo miembro, que centralizaba y dirigía toda la actividad a través de un complejo empresarial que le permitía, sin levantar sospechas, el envío del referido material en contenedores cerrados, que tenían su punto de partida en puertos españoles y cuyo destino eran los grupos terroristas que operan en Siria e Irak. Además, también se dedicaba al blanqueo de capitales.
La financiación necesaria para la preparación de todas estas remesas de mercancías provenía principalmente de transferencias internacionales de dinero, para las que se utilizaba a personas interpuestas, y sobre todo, por medio de pagos y movimientos de dinero al margen del sistema legal, mediante el método conocido como "Hawala", con el que los investigados eludían el control de las autoridades.
Fuentes del Ministerio del Interior han explicado que la presión militar que se está ejerciendo en la zona de conflicto sobre Estado Islámico y el Frente Al Nusra, tanto desde la coalición internacional como desde la operación rusa, les ha obligado a "incrementar sus necesidades de abastecimiento, no solo de combatientes, sino también de suministros tecnológicos, armamento y equipamiento militar".
"La red desmantelada tenía como cometido principal cubrir estas necesidades. Lo hacía de forma eficaz, logrando la plena satisfacción de estas organizaciones y por consiguiente el incremento de pedidos de mercancía más especializada. Estos suministros continuados favorecían la continuidad y el reforzamiento de las estructuras terroristas en Siria e Irak", añaden desde el departamento de Jorge Fernández Díaz.
En paralelo a este envío de material bélico, el líder de la red también intentaba captar mujeres para las filas de Estado Islámico, con el objetivo de que las mismas viajasen a Siria e Irak con el objetivo de casarse con los combatientes de este grupo terrorista, para lo tenía creados varios perfiles en redes sociales.