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El Gobierno arropa a Camacho y dice que su plan \"respeta la igualdad\"

Tras el cisma, el Gobierno se acerca a Camacho. Según Montoro, su plan no discrimina. Quiroga le apoya. Monago habla de "síndrome de Estocolmo".

Alicia Sánchez Camacho no está tan sola como podría presuponerse. Tras el amago de rebelión de la práctica totalidad de barones con cartera y el desmarque de la dirección nacional, la líder del PPC encontró el cariño del Gobierno. "La propuesta del PP de Cataluña respeta la igualdad", llegó a afirmar Cristóbal Montoro, a pesar de que ella reiteró que la solidaridad "no puede ser ilimitada". Para el titular de Hacienda tal extremo "no contiene ningún elemento de discriminación positiva".

El ministro se reunió con Camacho por espacio de dos horas en el ministerio en un clima de "total cordialidad". Tras el despacho, ella se reafirmaba en su proyecto: "Voy a seguir manteniéndolo y explicándolo", dijo. Un plan -que ya fue remitido a Montoro hace más de un año, toda vez formaba parte del programa electoral del PPC- que "garantiza la igualdad entre todos los españoles", según la citada Camacho.

El Gobierno salva al PPC, aunque gana tiempo y asegura que aún no es el momento de abrir el debate. "Ahora no toca", han repetido sin cesar varios portavoces del gabinete. Según Montoro -el encargado de la difícil negociación- no será antes de "la segunda parte del próximo año" cuándo empiece la partida. Y de ahí que incluyera el plan de Camacho en "el conjunto de propuestas" que llegan del resto de territorios y que ahora son analizadas.

Santamaría defiende un "marco multilateral"

En todo caso, el Ejecutivo quiso volver a ofrecer dos caras. La contundente la aportó, desde París, Soraya Sáenz de Santamaría. La financiación, se comprometió, se negociará en un "marco multilateral" con una "vocación de igualdad y solidaridad". Esto es, no habrá contactos bilaterales con Cataluña y, en consecuencia, tampoco pactos secretos. Se analizarán "las posiciones de todas y cada una de las administraciones" para "encontrar la mejor fórmula", en palabras de la vicepresidenta.

Claro que, entre las baronías, no acaban de creérselo. Por si acaso, y tras la catarata de declaraciones del día anterior, el extremeño José Antonio Monago quiso dejar clara una advertencia: "No se puede hacer guiños a quienes quieren enterrar el principio de solidaridad". Y puso el ojo en Camacho: no puede haber "síndrome de Estocolmo" ni "vértigos" por la situación en Cataluña que lleven a esos "guiños", argumentó en una entrevista con EFE.

Reunión del Comité Ejecutivo el lunes

Para tranquilizar al poder territorial -la Comunidad de Madrid, a pesar de las explicaciones, tampoco se fía-, Mariano Rajoy ha convocado al Comité Ejecutivo -del que forman parte los barones- el próximo lunes en Génova13. Un órgano en el que, por defecto, toman la palabra tanto María Dolores de Cospedal como el propio Rajoy pero que tiene turno de réplica, en contadas ocasiones utilizado por los asistentes. Algunos barruntan la posibilidad de pedir al presidente que explique su hoja de ruta en materia de financiación.

El único apoyo que Camacho recibió de sus homólogos provino del País Vasco. Simbólicamente, todo un gesto. Arantza Quiroga, que trata de hacerse un hueco en la escena nacional, consideró que el partido "debe escuchar y debatir" el modelo que plantea la catalana. "Ha formulado su planteamiento de forma leal" y "en estos temas hay que escuchar a los dirigentes territoriales", justificó. Lo cierto es que ni Camacho se siente desautorizada por Génova ni la dirección quiso añadir nada más a las palabras de Cospedal. Alfonso Alonso, portavoz del Grupo, fue el único que se permitió afirmar: "No entiendo la solidaridad limitada, la solidaridad es solidaridad".

Todos esperan a que Rajoy -que este martes endureció su discurso ante CiU- se pronuncie, previsiblemente el lunes. En privado se transmite la idea de que el golpe de la líder del PPC que tan mal sentó a sus homólogos del PP no fue, ni mucho menos, una bravuconada. Algunos creen que "tanteaba el terreno". Tras el Comité de Dirección el lunes a media mañana, Camacho acudió a Moncloa para despachar con el presidente. Le dijo "que la situación en Cataluña es insostenible y hay que hacer algo", según las fuentes consultadas. En su opinión, es "clave" para parar a Artur Mas un nuevo modelo de financiación.

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