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Rajoy se centra en los riesgos de la secesión y evita el "desliz" de Cañete

Rajoy abrazó a Cañete nada más llegar y luego lo elogió. Pero no abordó "el desliz". Tampoco el candidato. Los dos alertaron sobre la secesión.

Rajoy abrazó a Cañete nada más llegar y luego lo elogió. Pero no abordó "el desliz". Tampoco el candidato. Los dos alertaron sobre la secesión.

En lo que llevamos de campaña, no se habían escuchado cánticos más patrióticos ni se habían visto tantas banderas españolas. Tuvo que ser en el corazón de Barcelona. "Yo soy español, español", gritaron sin parar los simpatizantes del PP, alrededor de 2.000. Y Mariano Rajoy les respondió cambiado su discurso al uso -ocupado en la economía, siempre con una breve mención sobre los partidos minoritarios- para defender una Cataluña "unida, española y europea" frente a los que buscan "el aislamiento".

No fue como en su anterior visita a la Ciudad Condal, cuando fue "al tema" y se centró en exclusiva en la ofensiva separatista con una intervención de las que marcan un antes y un después. No mentó en ningún momento a Artur Mas ni puso encima de la mesa las herramientas que le otorga la Constitución, pero mantuvo de forma clara sus máximas: "Lo que sea España lo deciden todos los españoles" y la consulta no se va a celebrar por ilegal.

"Os pido el voto por una Cataluña unida, española y europea y no por una Cataluña dividida, fuera del mundo o aislada", afirmó nada más comenzar. "No se puede ir a Europa con el insensato horizonte de salirse luego de ella como pretenden algunos", precisó. El presidente aseguró que sólo el PP defiende la unidad nacional: "Hay personas que viven más tranquilas porque se escucha vuestra voz", destacó. "No sois nacionalistas ni con matices ni sin matices. Sois simplemente catalanes", trató de insuflar ánimos a los cargos del PPC, que ven como en las encuestas Ciudadanos cada vez gana más adeptos.

Con el partido de Alber Rivera en la mente de muchos, Rajoy alertó de los riesgos que, a su juicio, supone dar el voto a los partidos minoritarios y repitió la idea de que "un escaño" en el Parlamento europeo no sirve prácticamente para nada. Y volvió a ensalzar a los cargos del PP y el papel que llevan a cabo en Cataluña: "Representáis a mucha más gente de la que os esperáis, que sentirían una gran inquietud si os calláis (…) este partido ha sabido permanecer siempre, a pesar de los pesares, como una roca".

Las "mentiras" de Mas

El entorno del jefe del Ejecutivo reconoce que la situación sigue enquistada a pesar de que ahora se hable menos de ello. Aseguran que Mas miente cuando dice que está pidiendo un encuentro discreto con Rajoy en la Moncloa pero que, en todo caso, sería un despacho público. "Es pura propaganda, están mintiendo", afirman. "Si quieren, pueden llamarle por teléfono, que lo tienen", simplificaron.

Lo único que hay que tener claro, a juicio del equipo de Rajoy, es que las reglas de juego están claras y todo diálogo se ha de ceñir a ellas. "Lo que sea España lo tienen que decidir todos los españoles, es la democracia y es la Constitución", resumió Rajoy al término de su intervención. Y eso no va a cambiar, recalcan, no sin recordar que cuentan en esto con el apoyo del PSOE.

"No estáis inventando la Historia ni disfrazando la realidad", les dijo el presidente a los populares, algunos cabizbajos ante la presión que -dicen- se vive en Cataluña-. Exigió "pluralidad" al tiempo que recalcó que "sois la garantía de que en Cataluña no pasará nada que después podamos lamentar".

Previamente, Miguel Arias Cañete –que se revolvió contra "los cánticos separatistas instalados en el pasado"- y, principalmente, Alicia Sánchez Camacho se refirieron a la amenaza de ruptura. "Cataluña te necesita más que nunca", le dijo la líder del PPC a Rajoy. "Hoy más que nunca los constitucionalistas, los defensores de la libertad y de la democracia estamos mucho más tranquilos porque tenemos un Gobierno de España que va a defender la unidad", aseguró, no sin advertir de que Mas no va a parar en sus pretensiones de celebrar la consulta buscando recovecos para infringir la legalidad.

Nadie habla del debate

Con Cataluña como plato fuerte, ninguno de los intervinientes se refirió al debate electoral ni a las polémicas declaraciones del candidato sólo horas después, y que le han valido el calificativo de "machista" por parte del PSOE. Cañete fue el primero en hacer suyo ese silencio centrándose en la economía. "Fue un error", insistieron en todo caso desde su equipo de campaña, que apuesta por el regreso del "Miguel de siempre", en línea con la información publicada por este diario el viernes.

En todo caso, Cañete recibió cariño de los suyos, que intentaron como pudieron salir del bache y colocar otros mensajes en los medios. Nada más salir del coche, y sin cámaras delante, Rajoy le abrazó y le dio ánimos en presencia de otros cargos, como el ministro Jorge Fernández Díaz o Carlos Floriano. Después, ya en el atril, le calificó como "el mejor número 1" y no dudó en ponerle como ejemplo de buen hacer durante su dilatada trayectoria política. También Sánchez Camacho le regaló los oídos y, en varias ocasiones, el candidato se tuvo que levantar ante la ovación del público.

Ahora, desde Génova buscan darle un impulso a la campaña y evitar que el PSOE pueda sacar más rédito al "desliz" del candidato, como lo denominan en Génova. "Lo vamos a volver a ver como es él. Yendo puerta por puerta y hablando con la gente y con esa foto, la propaganda de Elena Valenciano ya no valdrá nada", apuntó un alto cargo. "Por supuesto", recalcaron, "Rajoy sigue confiando 100% en él y en sus posibilidades". Este domingo sale una nueva oleada de encuestas.

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