Catalanes, Franco ha muerto y desaparecido de la explanada frente al Borne. Ha fallecido de éxito como atracción de feria. El dictador ha sido rematado en un ritual vandálico en torno a su estatua decapitada. Cuatro días ha durado en la exposición organizada por el Ayuntamiento de Barcelona en el Mercado del Borne.
Primero fue el lanzamiento de huevos. Después, las pintadas y las esteladas. Luego, una muñeca hinchable para hacerle compañía. Por la noche, una cabeza de cerdo cubierta con un gorro cuartelero. Los gays por la independencia también aportaron su cuota de "heroísmo" frente al mamotreto descabezado: pintaron un arcoíris en la grupa y colocaron una estelada con sus colores. Al final, tres individuos, uno de los cuales fue identificado, derribaron la estatua, anclada a un riel. A consecuencia de la acción, Franco descabalgó y se fracturó el brazo izquierdo.
Tras la escalada vandálica Ada Colau ha cedido a las presiones separatistas, dado su brazo a torcer y retirado definitivamente la estatua ecuestre. Se acabó la fiesta y el tiro al blanco de los autodenominados "antifascistas". La exposición "Franco, Victoria, República: Impunidad y espacio público" ha perdido a su protagonista principal y la impunidad en el espacio público del lanzamiento de huevos, pintura y otras sustancias sobre una estatua sin cabeza.
La prensa separatista ha recibido la noticia con gran satisfacción. Prueba de ello es el tenor de un texto del digital de ERC Directe: "El pueblo de Cataluña ha hecho un gesto de justicia histórica y hoy, sólo tres días después de ser colocada, la estatua ecuestre del dictador Francisco Franco decapitada ha acabado por tierra (...) El pueblo tumba al dictador 41 años después y tumba a Ada Colau".