Mariano Rajoy mostró a Donald Trump su intención de mantener una "buena relación" con su administración y defendió que España está en las mejores condiciones para ser un interlocutor de su país en Europa y América Latina, así como en el Norte de África y Medio Oriente. La conversación, la segunda desde la victoria electoral del republicano, duró 15 minutos, cuando sus equipos habían previsto que se prolongara unos 20. Abordaron "asuntos de interés común como la seguridad, la economía y las relaciones bilaterales", según subrayó Moncloa en un comunicado.
La llamada se enmarca dentro los contactos que está realizando el mandatario de Estados Unidos con los líderes de los países aliados, y Rajoy la utilizó para dejar claro que trabajará por un entendimiento con la nueva administración. De hecho, en las últimas semanas, buscó el equilibrio para respaldar a México sin chocar frontalmente con Trump. Así, el presidente sacó pecho de "Gobierno estable y una economía que crece más de un 3%" y definió a España como un país amigo y fiable.
Según Moncloa, ambos mandatarios comentaron "la situación que se abre en Europa a raíz de la salida del Reino Unido de la Unión Europea" y se refirieron a la próxima reunión de la OTAN, que se celebrará en mayo y en la que ambos participarán. En el comunicado del Gobierno no hay mención alguna a un posible encuentro bilateral. La seguridad y la defensa fueron otros de los temas abordados, y el Ejecutivo quiso recordar por escrito que existe una colaboración "muy estrecha" en inteligencia y entre sus fuerzas y cuerpos de seguridad.
En el plano económico, Trump y Rajoy llegaron a la conclusión de que las relaciones de comercio e inversión son "equilibradas y beneficiosas", según Moncloa. En este sentido, el presidente recordó a su homólogo que, en los últimos años, "la inversión española ha crecido en Estados Unidos hasta alcanzar un stock de 62.000 millones de dólares, lo que ha supuesto crear más de 80.000 puestos de trabajo directos".
Como ya ocurriera en el primer contacto telefónico, Trump transmitió a Rajoy "la cercanía y el afecto de los americanos hacia el pueblo español".