L D (Agencias) En París, los altercados se iniciaron una vez concluida la marcha cuando algunos jóvenes violentos empezaron a lanzar botellas, piedras e incluso adoquines contra los agentes antidisturbios, que les replicaron lanzando gases lacrimógenos y procediendo a varias detenciones. Además grupos de manifestantes se enfrentaron entre ellos.
Un cámara resultó herido al recibir el impacto de un adoquín en el pecho y otro joven tuvo que ser evacuado por los bomberos por haber sufrido un golpe, según los primeros testimonios recibidos de la plaza de Italia, donde había concluido la concentración. Entre las fuerzas del orden, hubo al menos nueve heridos leves, indicó la policía.
Los manifestantes violentos rompieron los escaparates de dos agencias de empleo, una aseguradora y una escuela, además de cabinas telefónicas y parabrisas de vehículos, antes de que la calma se restableciera progresivamente poco antes de las 20.00 horas locales.
Los responsables de la seguridad, que habían preparado un dispositivo policial de 4.000 agentes para la manifestación de París, habían avanzado que el mayor riesgo de que degenerara era que grupos de jóvenes reventadores aprovecharan la situación al término de la marcha. Según la policía, en París hubo 84.000 manifestantes, y en el resto de las 257 marchas que había contabilizado en todo el país contra el CPE 944.700 personas, una cifra ligeramente inferior a la ofrecida en la precedente jornada de movilización el martes de la semana pasada contra el nuevo contrato juvenil.
El sindicato CGT, por su parte, calculó que más de tres millones de personas habían desfilado en las marchas, de las cuales unas 700.000 lo hicieron en París, con los mismos niveles que hace una semana.
Un cámara resultó herido al recibir el impacto de un adoquín en el pecho y otro joven tuvo que ser evacuado por los bomberos por haber sufrido un golpe, según los primeros testimonios recibidos de la plaza de Italia, donde había concluido la concentración. Entre las fuerzas del orden, hubo al menos nueve heridos leves, indicó la policía.
Los manifestantes violentos rompieron los escaparates de dos agencias de empleo, una aseguradora y una escuela, además de cabinas telefónicas y parabrisas de vehículos, antes de que la calma se restableciera progresivamente poco antes de las 20.00 horas locales.
Los responsables de la seguridad, que habían preparado un dispositivo policial de 4.000 agentes para la manifestación de París, habían avanzado que el mayor riesgo de que degenerara era que grupos de jóvenes reventadores aprovecharan la situación al término de la marcha. Según la policía, en París hubo 84.000 manifestantes, y en el resto de las 257 marchas que había contabilizado en todo el país contra el CPE 944.700 personas, una cifra ligeramente inferior a la ofrecida en la precedente jornada de movilización el martes de la semana pasada contra el nuevo contrato juvenil.
El sindicato CGT, por su parte, calculó que más de tres millones de personas habían desfilado en las marchas, de las cuales unas 700.000 lo hicieron en París, con los mismos niveles que hace una semana.