L D (EFE) El terrorista dijo en euskera: "como decía Iparretarrak, es preciso que el País Vasco pueda vivir" y añadió: "Mi alegría no está completa" porque el Estado francés "no reconoce el País Vasco, porque "hoy es el día de los enamorados, amo el País Vasco y no puedo volver allí".
En unas declaraciones a "I-télévision", Clément explicó que "si considera que todos los medios valen para defender su causa, incluidos los criminales, Philippe Bidart podría ser condenado a volver a la prisión por apología del crimen".
El fundador de IK, quien salió este miércoles de la prisión de máxima seguridad de Clairvaux tras 19 años de reclusión, dijo en euskera: "como decía Iparretarrak, es preciso que el País Vasco pueda vivir", y deploró que sea difícil poner en marcha un "proceso de paz" del lado francés.
Esta frase está siendo analizada por la Fiscalía por si pudiese ser constitutiva de apología del terrorismo. "Mi alegría no está completa" porque el Estado francés "no reconoce el País Vasco, porque "hoy es el día de los enamorados, amo el País Vasco y no puedo volver allí", declaró Bidart, de 53 años, al estrenar la libertad condicional que el Tribunal de Apelación de París le concedió el pasado día uno y que la Fiscalía ha recurrido ante el Supremo.
También, añadió, porque "todavía hay 600 presos políticos (vascos) en las prisiones" de Francia y España y porque el etarra Iñaki de Juana Chaos "está en huelga de hambre desde hace 100 días y sigue en prisión".
No hay disculpas
El ministro francés de Justicia ya había avanzado ayer la posibilidad de iniciar acciones legales contra Bidart, al tiempo que había echado en falta "palabras de disculpa hacia las familias" de los dos agentes antidisturbios (CRS) y del gendarme de "cuya muerte es responsable", y que le valieron dos condenas a cadena perpetua.
Bidart acumulaba una tercera sentencia de 20 años de prisión por haber participado en un tiroteo en las Landas, en 1983, en el que murió un gendarme. El líder histórico de IK se ha instalado en Béziers (sur de Francia) donde residirá y trabajará en una asociación de ayuda a inmigrantes durante los próximos siete años, según las condiciones de su libertad condicional.