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Rajoy: 2010, "otro año perdido" por culpa de Zapatero

Única rueda de prensa de Rajoy durante este 2010 que termina en Génova. El jefe de la oposición ha hecho balance constatando que ha sido otro "año perdido" por culpa de Zapatero, al que vuelve a pedir elecciones. Dice, eso sí, que no se lleva mal con el presidente: "La relación es buena, incluso".

Mariano Rajoy ha hecho un demoledor balance del año que ahora termina, ha desgranado de manera breve las medidas que debería de tomar el Ejecutivo en 2011 contra la crisis y ha centrado en el resultado electoral en Cataluña los hitos de su formación en el 2010.

 

Un diagnóstico en profundidad que el jefe de la oposición ha realizado en la sala de prensa de Génova 13, que no pisaba desde hace 365 días. Un hecho que ha centrado corrillos e incluso preguntas, lo cual ha incomodado y mucho al protagonista.

 

Volviendo al hilo central de su intervención, el presidente del PP ha presentado los éxitos deportivos españoles como las únicas alegrías de 2010. Todo lo demás ha sido malo para Rajoy, y ha dado claros ejemplos de que su pesimismo es más que certero. “Se han sucedido las malas noticias económicas, sociales y políticas”, ha enfatizado, recordando que nunca antes la patria fue cuestionada a nivel internacional.

 

Rajoy ha recordado las mentiras de Rodríguez Zapatero, haciendo hincapié en los compromisos incumplidos, y le ha vuelto a marcar el camino a seguir: “Controlar el gasto y reducir el déficit y la deuda pública”. Tres prioridades capitales que ya marcó su comparecencia del pasado treinta de diciembre, según el mismo recalcó.

 

La clave está en la elaboración de un “plan completo” que dé “la certidumbre y la confianza que hoy no existe” en el país generando la “seguridad” necesaria. En este punto, instó a modificar la Ley Presupuestaria así como el techo de gasto para todas las administraciones; central, autonómica y local.

 

La inmensa mayoría de estas tareas siguen pendientes a ojos de Rajoy, por lo que el objetivo del presidente del Gobierno debería ser “ponerlas en marcha”. Asegura, en este sentido, que apoyará al Ejecutivo en “todo lo que sea bueno para España”.

 

Hecho el diagnóstico, Rajoy constata que “lo mejor” que puede ocurrir es que “los españoles sean llamados a las urnas cuanto antes”, si bien tiene claro que Zapatero no lo hará, por lo que “lo que más” le preocupa es “la factura” que deje su paso por La Moncloa. Es en ello en lo que actualmente trabaja.

 

La guinda de su intervención llegaba, precisamente, con la última pregunta de los informadores. Sobre cuál su relación con el presidente, respondía que “correcta” e incluso “buena”, recalcando que no tiene ninguna animadversión ni ningún problema personal con él.

 

Tras ello, un “feliz año a todos” y la incógnita no resuelta de si Rajoy utilizará la sala de prensa de la sede nacional del PP algo más en el venidero curso político.

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