Menú

Las reválidas de Rajoy: elecciones vascas, gallegas y europeas

La aclamación de Rajoy en Valencia, menor de la esperada, no cierra, por mucho que se empeñen desde Génova, la crisis de un partido que entre octubre y marzo tendrá que afrontar dos procesos electorales autonómicos, Galicia y País Vasco, con expectativas muy poco halagüeñas. En junio será el turno de las europeas. Antes de las urnas, el PP deberá resolver los congresos regionales del partido en Cataluña y País Vasco.

Rajoy entierra a Aznar
Blanco, encantado con el nuevo PP
El nuevo equipo de Rajoy

Especial cobertura de Libertad Digital del XVI Congreso del PP
La aclamación de Rajoy en Valencia, menor de la esperada, no cierra, por mucho que se empeñen desde Génova, la crisis de un partido que entre octubre y marzo tendrá que afrontar dos procesos electorales autonómicos, Galicia y País Vasco, con expectativas muy poco halagüeñas. En junio será el turno de las europeas. Antes de las urnas, el PP deberá resolver los congresos regionales del partido en Cataluña y País Vasco.
L D (Raúl Vilas) Rajoy ha salido del Congreso de Valencia como el presidente menos votado en un congreso en la historia del PP. Pese a que la gran mayoría de los compromisarios fueron seleccionados por al aparato del partido y que era la única candidatura ,sólo el 78 por ciento de los compromisarios acreditados apoyó a Rajoy. Una debilidad que pronto se pondrá a prueba. El calendario electoral inmediato no es precisamente benévolo con Rajoy.
 
Si la protagonista del Congreso de Valencia fue María San Gil, por su ausencia, es muy probable que el primer examen al que se enfrente Rajoy sea precisamente las elecciones autonómicas vascas. La legislatura se agota en abril de 2009, pero algunos ya dan por seguro que Ibarretxe adelantará los comicios al próximo otoño, ante la imposibilidad de celebrar el referéndum ilegal que ha convocado para esas fechas.
 
En todo caso, otoño de 2008 o primavera de 2009, el PP vasco llegará a la cita con las heridas abiertas tras la peor crisis de su historia, provocada por el propio Rajoy y su operación para echar a María San Gil. El partido, hasta ahora cohesionado en torno a la figura de San Gil, llegará a un congreso extraordinario los días 11 y 12 de julio divido en dos y con una única candidatura impuesta por Rajoy, la de Basagoiti, que se ha querido vender como de "consenso", pero nada más lejos de la realidad. En la nueva  Ejecutiva Nacional que ha salido de Valencia se puede ver por donde van los tiros. Alfonso Alonso y Leopoldo Barreda, los dos dirigentes vascos más críticos con San Gil, serán los únicos representantes del PP vasco. No está ningún representante del sector afín a la aún presidenta del partido.
 
Unas elecciones, las vascas, que ya de por sí se presentaban difíciles para los populares ante el auge que ha experimentado en los últimos tiempos el PSE de Patxi López. Los resultados de las últimas citas electorales, municipales y generales, reflejaron una bajada en los apoyos del PP, si bien hasta ahora resistía el tirón sin desplomarse. De confirmarse el viraje  del discurso hacia posiciones menos combativas con el nacionalismo a modo de la estrategia que ha seguido el PSE tras la defenestración de Nicolás Redondo Terreros, el voto claramente contrario al nacionalismo podría refugiarse en UpyD, que se presenta por primera vez a unas elecciones vascas, una región donde está el embrión de este nuevo partido, la plataforma cívica Basta Ya. Lo que parece seguro es que un partido divido en dos bandos, no es la mejor garantía para lograr un buen resultado electoral.
 
En Galicia la fecha límite para la convocatoria electoral es el mes de junio, por lo que, en principio, deberían de coincidir con la europeas. Pero el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, ya ha descartado esta posibilidad porque, dice, las elecciones deben ser "en clave de país". Teniendo en cuenta que la ley impide que se celebren dos elecciones seguidas en el mismo territorio en un intervalo inferior a tres meses, la opción que le queda a Touriño es adelantarlas al mes de marzo.
 
Aunque fue durante años un feudo inexpugnable para el PP, si las expectativas en el País Vasco son pesimistas, en Galicia rozan lo catastrófico. En este momento el PP tiene 37 de los 75 escaños del Parlamento de Galicia,  después de que en las últimas elecciones, con Manuel Fraga a los 82 años de candidato, se quedase a no mucho más de mil votos y un solo diputado de conseguir la quinta mayoría absoluta consecutiva. En las municipales ya se observó una fuerte bajada del PP, que perdió las dos únicas alcaldías relevantes que tenía: Vigo y Orense.
 
Los resultados de las generales en Galicia fueron los peores para el PP desde hace dos décadas. Perdió un diputado y cien mil votos respecto a 2004. Y la diferencia con el PSOE pasó de 10 puntos a sólo cinco. En los pocos sondeos y barómetros electorales publicados de cara a las autonómicas el panorama es desolador. En todos ellos, Núñez Feijóo, destacado marianista,  aparece como el líder peor valorado –por detrás incluso del vicepresidente de la Xunta, el nacionalista Anxo Quintana– y el PSOE llega a superar en intención de voto directo al PP, algo insólito en la región. Eso sí, son datos de encuestas elaboradas por la propia o Xunta o un equipo de la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Santiago, muy próximo al PSOE.
 
En junio, si aún sigue al frente del PP, Rajoy deberá superar las elecciones al Parlamento Europeo. En los días previos al Congreso de Valencia circularon informaciones que apuntaba a la intención de Rajoy de proclamara ya candidato a Jaime Mayor Oreja como cabeza de lista para dicha cita electoral. Algo que finalmente no se ha producido pero que refleja ya la preocupación del PP ante unas elecciones de ámbito nacional, con circunscripción única y de una trascendencia política menor, la ocasión ideal para que los votantes del PP descontentos con el nuevo rumbo que ha impuesto Rajoy castiguen al partido. La gran beneficiada de ese voto de castigo sería UPyD. En la encuesta del CIS postelectoral ya se observaba esta tendencia. El principal arma de Rosa Díez es la claridad de su discurso nacional, de ahí que en Génova piensen en Mayor Oreja como el mejor candidato para evitar la sangría de votos.
 
Más incierto se presenta el calendario electoral en Cataluña. En principio hasta 2010 no finaliza la legislatura, pero la crisis interna que vive Esquerra Republicana de Cataluña principal e imprescindible apoyo parlamentario del PSC de Montilla podría precipitar los acontecimientos. De momento, los independentistas parecen dispuestos a seguir en el gobierno de la Generalidad, pero el cierre en falso de su congreso la pasada semana –que eligió presidente a Joan Puicercós pero no acabó con la división en cuatro corrientes del partido– anticipa un periodo de inestabilidad que podría desembocar en un adelanto electoral.
 
Lo que es seguro es que los días 5 y 6 de julio también se celebra el Congreso del Partido Popular de Cataluña. En él tres candidatos, el actual presidente, Daniel Sirera; el antecesor de Piqué, Alberto Fernández Díez y la televisiva Montserrat Nebrera se disputarán, en principio, la presidencia del PP catalán. Aunque no se descarta que la nueva dirección nacional del PP elija a dedo al nuevo líder. Hay quien ya ha sacado lecturas del equipo formado por Rajoy. Pese a que Sirera ha actuado en los últimos meses como un auténtico palmero de Mariano Rajoy, el líder del PP no ha incluido en su equipo a ninguna persona próxima a Sirera y sí a Jorge Fernández Díez, hermano de Alberto, que será el único catalán en la ejecutiva. Al ser preguntado por esta posibilidad, Sirera responde que como "militante disciplinado" lo "acataría". 
 
Con estas alternativas, el reflote del PP catalán no será nada fácil, después de más de una década a la deriva, enfrascado en disputas internas, e incapaz de superar el vacío dejado por Alejo Vidal Quadras.

Temas

En España

    0
    comentarios