L D (EFE) Eduardo Fungairiño, que compareció ante la comisión de investigación del 11-M, afirmó que hasta el día 13 de marzo "tenía la convicción de que era ETA" y añadió, no obstante, que tampoco ahora está "absolutamente convencido de lo contrario".
Aunque recordó que "hay personas encarceladas y procesadas", dijo que, "como actitud filosófica", no descarta ninguna posibilidad hasta que se cierre el sumario. "Si nos dicen que el atentados del 11-M lo han cometido unos individuos islamistas en conexión con unos delincuentes asturianos... Esto en principio me resultaría sorprendente, pero si me dicen otra cosa de parecido tenor no me resultaría sorprendente", dijo en referencia a que la colaboración fuera entre los islamistas y ETA.
Fungairiño mantiene el secreto judicial
El fiscal jefe, que no puede romper el secreto del sumario judicial sobre la masacre, respondió con evasivas a las preguntas. También con ironía no entendida por algunos comisionados, que ya se han precipitado a anunciar que estudian remitir el fiscal general la declaración de Fungairiño. Dieron crédito a que el fiscal jefe de la Audiencia se había enterado este mismo miércoles del hallazgo de la furgoneta en la mañana del 11-M. Fungairiño justificó esta afirmación porque “por higiene mental” no lee los periódicos y en la televisión sólo ve documentales de la BBC. Posteriormente matizó que "a lo mejor" había oído algo al respecto, al igual que sobre unas cintas y una casa de Morata de Tajuña, pero que no lo guardaba en su memoria porque le resulta "indiferente" para su función.
Ante la insistencia de los diputados, explicó que la fiscal que instruye el caso, Olga Sánchez, sólo tiene que informarle de la línea de la investigación y de las medidas adoptadas, por lo que restó importancia a su desconocimiento de cualquier otro dato y aseguró que cuando le competa estudiará el sumario y no olvidará "ni una matrícula ni una furgoneta".
Ante la insistencia de los diputados, explicó que la fiscal que instruye el caso, Olga Sánchez, sólo tiene que informarle de la línea de la investigación y de las medidas adoptadas, por lo que restó importancia a su desconocimiento de cualquier otro dato y aseguró que cuando le competa estudiará el sumario y no olvidará "ni una matrícula ni una furgoneta".
ETA en Yemen y Argelia
La "sospecha vehemente" de que ETA era la autora de la masacre la mantuvo hasta la tarde del 13 de marzo, cuando, según su relato, la fiscal le informó de que la Policía había solicitado intervenciones telefónicas y registros domiciliarios que posiblemente llevaran a la detención de sospechosos islamistas. Hasta ese día, el fiscal jefe pensaba que la actividad del terrorismo islamista en España era "de segunda categoría" y que se orientaba fundamentalmente a tareas de apoyo a los islamistas en Francia.
Cuando los diputados le recordaron que era el primero de los comparecientes en la comisión que no descartaba la implicación de ETA, el fiscal dijo que no descarta ninguna posibilidad hasta que no se cierre el sumario. En este sentido, recordó que en 1980 hubo activistas de ETA en Yemen y que entre 1984 y 1987 se entrenaron miembros de la banda en campos de Argelia. Además, incidió en que no hubo "imprevisión ninguna" antes de los atentados y dijo que "se ha trabajado todo lo que se ha podido, pero a veces los delincuentes son más listos que la Policía, con fatales consecuencias".
También negó cualquier relación entre la presencia de tropas españolas en Irak y los atentados, porque, a su juicio, los terroristas "matan cuando pueden" y no necesitan "ni motivos ni detonantes".
La "sospecha vehemente" de que ETA era la autora de la masacre la mantuvo hasta la tarde del 13 de marzo, cuando, según su relato, la fiscal le informó de que la Policía había solicitado intervenciones telefónicas y registros domiciliarios que posiblemente llevaran a la detención de sospechosos islamistas. Hasta ese día, el fiscal jefe pensaba que la actividad del terrorismo islamista en España era "de segunda categoría" y que se orientaba fundamentalmente a tareas de apoyo a los islamistas en Francia.
Cuando los diputados le recordaron que era el primero de los comparecientes en la comisión que no descartaba la implicación de ETA, el fiscal dijo que no descarta ninguna posibilidad hasta que no se cierre el sumario. En este sentido, recordó que en 1980 hubo activistas de ETA en Yemen y que entre 1984 y 1987 se entrenaron miembros de la banda en campos de Argelia. Además, incidió en que no hubo "imprevisión ninguna" antes de los atentados y dijo que "se ha trabajado todo lo que se ha podido, pero a veces los delincuentes son más listos que la Policía, con fatales consecuencias".
También negó cualquier relación entre la presencia de tropas españolas en Irak y los atentados, porque, a su juicio, los terroristas "matan cuando pueden" y no necesitan "ni motivos ni detonantes".