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Prisiones autorizó las visitas del socialista Huarte a Benesmail porque eran "amigos"

Instituciones Penitenciarias autorizó en tres ocasiones al socialista gijonés Fernando Huarte visitar al terrorista Benesmail Abdelkrim, número dos del "imán" del 11-M y relacionado con los planes terroristas para volar la Audiencia. La última, según desvela La Nueva España, en noviembre de 2004, cuando ya se conocían los lazos entre el preso del GIA y Allakema Lamari, y su relación con un recluso de Jarrai que sólo tenía elogios para Benesmail por ser partidario de no avisar de la colocación de las bombas y provocar "muchísimos muertos".

Instituciones Penitenciarias autorizó en tres ocasiones al socialista gijonés Fernando Huarte visitar al terrorista Benesmail Abdelkrim, número dos del "imán" del 11-M y relacionado con los planes terroristas para volar la Audiencia. La última, según desvela La Nueva España, en noviembre de 2004, cuando ya se conocían los lazos entre el preso del GIA y Allakema Lamari, y su relación con un recluso de Jarrai que sólo tenía elogios para Benesmail por ser partidario de no avisar de la colocación de las bombas y provocar "muchísimos muertos".
(Libertad Digital) Los encuentros que reconoce Instituciones Penitenciarias entre Huarte y Benesmail son tres y las razones que aporta para autorizarlos es que su condición de amigos. Así lo desvela este viernes el diario La Nueva España, el mismo que destapó la relación entre el recluso islamista y el dirigente del PSOE de Gijón. El periódico sostiene que, pese a la condición de preso peligroso e integrante de una banda armada, el Grupo Islámico Armado, y a pesar de que Benesmail tenía restringidas las visitas, Prisiones accedió a que tuviera contacto con Huarte en los locutorios de la cárcel asturiana de Villabona. Las visitas fueron tres: el 9 de marzo de 2002, el 14 de abril de 2002 y el 9 de octubre de 2004.
 
Se autorizaron, siempre según Instituciones Penitenciarias, porque Huarte y Benesmail "ya tenían relación de amistad". Así, La Nueva España señala que "la amistad comenzó a trabarse a finales de 2001, cuando Fernando Huarte envió varias revistas en árabe al preso y le ofreció su ayuda. Ayuda que posteriormente le pidió Benesmail Abdelkrim para poder ir a un dentista privado a que le practicaran una endodoncia. Salió tres veces de la cárcel de Villabona, en febrero de 2002, para realizar la ortodoncia. La factura, que conserva la asesoría de la clínica, la pagó la Asociación de Amigos del Pueblo Palestino Al-Fatah, que preside Huarte".
 
Una salida tras sus planes de fuga
 
Añade que "la intervención de Huarte logró la salida de Abdelkrim al dentista, a pesar de que el 3 de diciembre de 2001 Benesmail Abdelkrim había propuesto a otros internos fugarse, cuando eran conducidos a un hospital, según un parte de incidencias elaborado por funcionarios de Villabona".
 
El diario, citando fuentes de Prisiones, recoge que "aunque alguien esté condenado por terrorismo, puede recibir visitas; esto no es Guantánamo" y que por tratarse de un preso integrado en una banda terrorista, el GIA, tiene las visitas restringidas "en lo relativo a cuestiones de seguridad". Por esto motivo, Prisiones tiene que comprobar que el visitante no pertenezca a banda armada antes de autorizar el encuentro. Además, graba las conversaciones en los locutorios de la cárcel.
 
Así ocurrió con los encuentros entre Huarte y Benesmail. Según Instituciones Penitenciarias todos fueron grabados, así como sus conversaciones telefónicas. Sin embargo, sólo se conservaría el último diálogo mantenido entre ellos, en octubre de 2004.

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