L D (EFE) La subida del IPC en el año que acaba de concluir es la más alta de las registradas desde 2002. Entonces, los precios se dispararon el cuatro por ciento. Ahora, el Gobierno se escuda en el encarecimiento del petróleo y de los alimentos frescos. Sin embargo, la tasa de inflación subyacente, la que deja fuera del IPC los alimentos frescos y los productos energéticos, aumentó el 2,9 por ciento en 2005. Sólo en diciembre creció el 0,3 por ciento.
Con el nuevo año, los analistas creen que los datos no van a ser mucho mejores. Calculan que la inflación podría elevarse hasta el 4,2 por ciento en enero como consecuencia de las subidas registradas en servicios esenciales. Así, la tarifa eléctrica aumentó el 4,48 por ciento, al tiempo que la del gas natural creció el 4,26 por ciento, mientras que el precio máximo de la bombona de butano subió 1,05 euros, hasta 11,24, y también han subido el transporte y los peajes de las autopistas.
La tasa de inflación subyacente –que excluye del índice general los precios de los alimentos frescos y de los productos energéticos– aumentó el 2,9 por ciento en 2005 tras crecer el 0,3 por ciento en diciembre. El diferencial de inflación con la zona euro se situó en 1,5 puntos, si se compara el IPC conocido hoy con el indicador adelantado de los precios de la UEM difundido por Eurostat el pasado 4 de enero.
En 2005 los grupos más inflacionistas fueron el transporte, cuyos precios subieron el 6,2 por ciento debido al alza de carburantes y lubricantes; la vivienda, con un alza del seis por ciento; bebidas alcohólicas y tabaco (5,1 por ciento); hoteles, cafés y restaurantes (4,3 por ciento); y alimentos y bebidas no alcohólicas, con una subida del 4,2 por ciento. También se encarecieron la enseñanza (4,1 por ciento), otros bienes y servicios (3,4 por ciento), menaje (2,2 por ciento), vestido y calzado (1,4 por ciento), medicina (0,7 por ciento) y ocio y cultura (0,6 por ciento). Sólo se redujo el precio de las comunicaciones, que bajó el 1,7 por ciento. Dentro de la subida de los precios de los alimentos, encabeza la registrada por el aceite, que fue del 24,5 por ciento; la carne de ovino, del 18,3 por ciento y las legumbres y hortalizas frescas, del 11,4 por ciento.
Por comunidades autónomas, en 2005 los precios crecieron por encima de la media estatal en La Rioja (4,4 por ciento); Cataluña (4,3 por ciento); Murcia (4,1 por ciento) y Aragón y Castilla-La Mancha (3,8 por ciento), mientras que en Castilla y León, Galicia, Madrid, Navarra y País Vasco lo hicieron en el mismo porcentaje (3,7 por ciento). Por debajo de la media se situaron Andalucía y Cantabria, con un alza del 3,6 por ciento; Asturias, Islas Baleares y Comunidad Valenciana (3,5 por ciento), Extremadura (3,1 por ciento) y Canarias (2,8 por ciento), mientras que en las ciudades de Ceuta y Melilla los precios también subieron el 3,7 por ciento.
La subida de dos décimas registrada por el IPC en diciembre es resultado del alza del 1,4 por ciento registrada por el grupo de ocio y cultura; 1,3 por ciento en alimentos y bebidas no alcohólicas; 0,3 por ciento en hoteles, cafés y restaurantes; 0,2 por ciento en menaje y otros bienes y servicios y 0,1 por ciento en bebidas alcohólicas y tabaco y enseñanza. Por el contrario, bajaron en el último mes los precios de vestido y calzado y transporte (0,9 por ciento), comunicaciones (0,2 por ciento) y vivienda (0,1 por ciento), mientras que los de la medicina se mantuvieron estables. Estos datos reflejan principalmente el descenso de los precios de los carburantes y lubricantes, que bajaron el 2,9 por ciento; así como los de otros combustibles (4,4 por ciento). Por comunidades, en diciembre el IPC sólo se mantuvo estable en Murcia, mientras que subió el 0,3 por ciento en Asturias, Cataluña, Madrid y La Rioja; el 0,2 por ciento en Andalucía, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana y el 0,1 por ciento en Aragón, Cantabria, Castilla y León, Extremadura, Galicia, Navarra y País Vasco.