(Libertad Digital) En su auto, hecho público este miércoles, la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional argumenta que en la prueba pericial intervienen "otros siete peritos" y el valor del informe no se altera al ser "sólo uno el recusado".
El auto especifica, no obstante, que el tribunal tendrá "presentes" los vínculos puestos de manifiesto por el abogado Gonzalo Boyé en el momento de valoración de dicha prueba "poniendo, en su caso, de manifiesto, cuantas consideraciones se estimen precisas al respecto". El tribunal califica la recusación de "inadmisible" porque no está presentada "en forma", ya que no la encabeza el procurador de la parte y resulta "extemporánea" porque con independencia del momento en que el letrado conoció la filiación del perito y su vinculación con la AVT, el artículo 469 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal fija como momento adecuado para recusar "el de inicio de la pericia si se entiende que su práctica es anterior al juicio oral". Además, si el reconocimiento pericial tiene lugar durante el juicio oral, la Ley prohíbe la recusación.
Además, el tribunal destaca que Boyé es letrado de una acusación particular y el perito de la AVT ha sido propuesto por otra parte diferente, a pesar de lo cual los informes provisionales de ambas acusaciones contienen una calificación jurídica de los hechos y petición de pena prácticamente idénticos, lo que pone en cuestión la 'legi ad causam' para recusar del instante.
Este martes, los peritos entregaron el informe definitivo sobre el análisis de los explosivos del 11-M, que revela que las muestras que contienen DNT son las que estuvieron bajo la custodia de Sánchez Manzano, al frente de los Tedax. No presentan este componente las muestras M-9-5, M-10-2 y M-10-3-B, que estuvieron en dependencias de la Audiencia Nacional y la Guardia Civil. Ninguna de estas tres corresponde a restos de explosivos recogidos en los trenes sino que se corresponden con lo hallado en la vía del AVE en Mocejón y en el piso de Leganés. Los peritos no han podido hacer un análisis cuantitativo por falta de muestras suficientes. Además, faltan aún algunas pruebas, como el cotejo con Titadyne.
El abogado Gonzalo Boye propuso el lunes la recusación de uno de los peritos que participaron en este informe. Se trata de Gabriel Moris, vicepresidente de la AVT y víctima de los atentados del 11-M en la persona de su hijo. La AVT mostró su total respaldo al perito recusado. "Gabriel Moris, padre de un hijo asesinado el 11-M, es un químico con una amplísima y acreditada experiencia. Su profesionalidad y su honradez están perfectamente contrastadas, al contrario que Boye, abogado ahora y secuestrador y colaborador terrorista en los años 80. Nadie que conozca a Gabriel Moris puede negar su bondad y su honradez probadas", afirman. Por ello, añaden que "la AVT quiere expresar también su absoluto respaldo a Gabriel Moris y agradecer públicamente la importante labor que está desarrollando como vicepresidente de esta asociación".
¿Quién es Gonzalo Boye?
Durante la vistilla que celebró Juan del Olmo para decretar la prórroga de las prisiones provisionales estuvo presente, como abogado de una de las víctimas, el letrado Gonzalo Boye, un ex miembro del MIR que estuvo diez años en la cárcel en España por participar en el secuestro de Emiliano Revilla en 1989, es decir, por colaborar con ETA. Los otros participantes del MIR en el secuestro, también condenados en España por el secuestro, fueron Ramiro Silva Vial y René Miguel Valenzuela Bejas.
Los cuatro miembros del MIR chileno se encargaron de los seguimientos al industrial y de la infraestructura para llevar a cabo el secuestro. La banda subcontrató sus servicios y les pagó por ello. Ahora Boye, que acabó su carrera de Derecho por la UNED mientras estaba en prisión, representa a una de las víctimas del 11-M, de origen chileno. También es habitual su participación como letrado en procesos que afectan a la denominada izquierda abertzale. Así lo constataría su presencia en la Audiencia Nacional junto a Arnaldo Otegi cuando, tras declarar ante el juez Fernando Grande Marlaska, el batasuno acabó en prisión.
