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Álvarez dice que la "línea" del vertido de Ibiza no ha llegado a la costa del parque natural

Magdalena Álvarez ha vuelto a la isla de Ibiza, donde el vertido del barco se ha extendido por las aguas del Parque Natural de las Salinas. Después de que el viernes la ministra definiera la mancha como un "pequeño reguero", ahora la ha calificado como una "línea" –Efe habló primero de "hilo" y luego rectificó el término– que no ha logrado alcanzar la costa del parque protegido. El pronóstico de la titular de Fomento es que las cuatro vías abiertas en el casco se sellen este lunes.



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Un "pequeño reguero"
Magdalena Álvarez ha vuelto a la isla de Ibiza, donde el vertido del barco se ha extendido por las aguas del Parque Natural de las Salinas. Después de que el viernes la ministra definiera la mancha como un "pequeño reguero", ahora la ha calificado como una "línea" –Efe habló primero de "hilo" y luego rectificó el término– que no ha logrado alcanzar la costa del parque protegido. El pronóstico de la titular de Fomento es que las cuatro vías abiertas en el casco se sellen este lunes.
L D (Agencias) La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, aseguró este domingo en Ibiza que el lunes se sellarán las nuevas fugas de fuel del buque mercante "Don Pedro", hundido en la madrugada del miércoles a una milla náutica del puerto.

En una rueda de prensa en la que también compareció el presidente balear, Francesc Antich, Álvarez explicó que las fugas provienen de una rejilla que comunica el garaje del buque con el exterior, que tiene cuatro salidas por las que emana el combustible.

Asimismo, la ministra quiso "dejar claro" que la mancha, que ya no existe como tal sino que tiene forma de "línea", no ha traspasado las barreras absorbentes del Parque Natural de Ses Salines, que impiden que el vertido llegue a sus playas, a pesar de que el "Don Pedro" se hundió en la zona marítima de esta área protegida.
 
Además, Álvarez indicó que la empresa holandesa contratada para extraer las cerca de 100 toneladas de carburante que alberga el carguero ya ha fijado las anclas de posicionamiento para iniciar los trabajos de extracción este lunes.  
 
Durante la jornada de hoy domingo técnicos de la naviera Iscomar, propietaria del buque, y de Capitanía Marítima analizaron las características del gemelo del buque, el 'Don Fernando', "para conocer de primera mano su distribución y modos de actuación, además de comprobar sus características en otras dos fases, por plano y mediante inmersiones", según explicó Álvarez.
 
La ministra hizo además especial hincapié en que dicho carguero "recoge todo el combustible que sale del 'Don Pedro', ya que tiene capacidad para albergar diez veces más combustible del que tiene el buque hundido".
 
Respecto a las acciones rutinarias, Álvarez apuntó "que el equipo submarino continuará acometiendo las tres inversiones diarias de inspección que efectúa desde el hundimiento del buque". Además, apuntó que también se ha impulsado una operación para extraer los aceites del motor. "Ha bajado la intensidad e importancia" de las manchas "gracias a la extensión de más de cinco kilómetros de barreras absorbentes", añadió.
 
 
Fuel en las aguas del Parque Natural
 
Por otro lado, este domingo Cristina Narbona confirmó los peores pronósticos, que el fuel que está escapando del barco hundido frente a la costa de Ibiza ha llegado a las aguas del Parque Natural de Las Salinas. En rueda de prensa convocada para dar cuenta de la evolución de la situación creada tras el hundimiento del buque 'Don Pedro' de Iscomar, Narbona afirmó que se han duplicado las barreras y que el hidrocarburo no ha llegado a tocar la costa. Sin embargo, algunos de los testigos presentes en la zona aseguran que algunas rocas están manchadas de fuel.
 
Asimismo, informó de que las tres brechas detectadas durante el día del sábado en el casco del barco de las que emana fuel y aceite hidráulico no han sido selladas porque la naturaleza de la fractura requiere que se realice la reparación desde dentro del buque.
 
Cinco toneladas recogidas, y no treinta
 
Con respecto al estado del mar, la mancha está situada frente a la Playa d'en Bossa y Figueretes. Talamanca, sin embargo, ya está "casi limpia". El presidente del Consejo Insular, Xicu Tarrés, aseguró que un análisis de las aguas de Talamanca en este momento permitiría probablemente volver a permitir el baño en esta última playa.
 
Narbona anunció después que el Gobierno central destinará un millón de euros a las labores de limpieza con el objetivo de que el litoral ibicenco no muestre ninguna secuela del vertido. El número de operarios dedicados a limpiar las playas y las aguas asciende actualmente a 300, el doble de los que este sábado se dedicaban a este trabajo.
 
Explicó, además, que el total de fuel recogido es de cinco toneladas y no 30 como este sábado se dijo, ya que esta última cifra incluía la arena de las playas retirada inevitablemente con el combustible. Acerca del futuro del pecio, una vez vaciados los tanques de combustible, Narbona no precisó si será reflotado o no. Sí que señaló que la profundidad a la que se encuentra, unos 20 metros, no supondría un problema para la navegación de otros barcos.
 
Duplican las medidas de protección
 
El Parque Natural de Ses Salines de Eivissa y Formentera está situado entre las dos islas Pitiusas, se extiende desde el sur de Ibiza al norte de Formentera, incluye el brazo de mar que las separa y ocupa un territorio aproximado de 2.838,44 hectáreas terrestres y más de 13.000 marinas.
 
En declaraciones posteriores a la agencia Europa Press, Cristina Narbona ha reiterado que el fuel no ha llegado a las playas del parque y que sólo están afectadas las aguas. "Ahora mismo hay fuel cerca del litoral protegido, en la zona de Sal Rossa, pero no ha tocado tierra", dijo.
 
A esta hora, trabajan en las tareas de contención 300 personas, 70 por tierra, y el resto por mar y aire, y se ha duplicado el número de barreras de contención en la zona de Sal Rossa, colindante al Parque Natural de Ses Salines, "con el fin de que éste enclave protegido por la UNESCO no se vea afectado", agregó Narbona.
 
A tenor de estos sistemas, la ministra explicó que las instaladas el primer día "tuvieron que ser sustituidas" por las actuales, especializadas en vertidos poco sólidos, por tratarse de unos elementos muy sensibles que sólo han de instalarse en aquellos enclaves en los que "sea seguro que su rotura no provocará un desastre mayor que su contención".

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