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El observatorio FAES teme un "cataclismo a la Argentina" y alerta de un "ajuste brusco en 2008"

La Fundación FAES ha celebrado su XI Observatorio Económico coincidiendo con la comparecencia en el Senado de Rodríguez Zapatero, que no renuncia al triunfalismo y ha culpado de la inflación al petróleo y los cereales. Juan Velarde, Luis de Guindos, Joaquín Trigo y Fernando Fernández, en su análisis sobre la coyuntura del país han pedido que no se culpe de la inflación "al pollo o a la leche" y que se potencie un mercado unitario y se reduzca el gasto público ya que consideran que "la probabilidad de un ajuste brusco ha aumentado considerablemente para 2008". Velarde, por su parte, ha pedido reformas estructurales ya que teme un "cataclismo a la Argentina".




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CARTA A LOS REYES MAGOS, por Luis F. Quintero
La Fundación FAES ha celebrado su XI Observatorio Económico coincidiendo con la comparecencia en el Senado de Rodríguez Zapatero, que no renuncia al triunfalismo y ha culpado de la inflación al petróleo y los cereales. Juan Velarde, Luis de Guindos, Joaquín Trigo y Fernando Fernández, en su análisis sobre la coyuntura del país han pedido que no se culpe de la inflación "al pollo o a la leche" y que se potencie un mercado unitario y se reduzca el gasto público ya que consideran que "la probabilidad de un ajuste brusco ha aumentado considerablemente para 2008". Velarde, por su parte, ha pedido reformas estructurales ya que teme un "cataclismo a la Argentina".
LD (Luis F. Quintero) Una de las intervenciones más efectistas de este undécimo observatorio económico ha venido de la mano del profesor Juan Velarde, premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales y Presidente del Observatorio Económico de FAES. Tras las conferencias, en el turno de preguntas, un inquieto asistente ha pedido a los economistas que hagan su "carta a los reyes magos" para evitar los problemas que se ciernen sobre nuestra economía de mantener la deriva que presenta.
 
Tomando la palabra en primer lugar, el profesor Velarde ha planteado que "en este momento tenemos que capear un temporal internacional muy importante y esto hace necesario tomar una serie de medidas muy antipáticas". Recordando las reformas estructurales que tuvo que tomar el primer ejecutivo de Aznar para paliar la grave crisis que vivía España, Velarde ha dicho que estas decisiones no son las más simpáticas, pero sí "absolutamente necesarias para contrarrestar los riesgos que acechan a nuestras cuentas.
 
Entre las medidas antipáticas citadas por Velarde destaca la necesidad de implementar la competitividad en los mercados, una reducción pronunciada del gasto público, favorecer un mercado único que no tenga dificultades, lograr una mayor flexibilidad laboral y crear mecanismos de lucha contra la inflación.
 
Lo que "aterra" a Velarde es que, en la coyuntura que vivimos, el Gobierno anuncie "esto de que ahora vamos a aumentar el gasto, los salarios mínimos, etc. Me asusta el síndrome de Argentina". Velarde ha recordado que en el 42 un analista predijo que en los años 60 Argentina entraría en recesión, "y así sucedió".
 
La creciente evolución positiva que, desde la primera legislatura de Aznar, introducía a la economía española en una temporada de bienestar y de convergencia con al Unión Europea, coincide para Velarde -el final de este ciclo- con la adopción de políticas económicas erróneas por parte del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero que pueden -junto con la falta de información a la OP- desembocar en un "cataclismo a la Argentina".
 
Repaso a las advertencias del Observatorio FAES
 
Ya en su intervención, la crisis de crédito que arrecia desde el estallido "subprime" en EEUU, ha sido el hilo conductor de un observatorio económico en el que FAES ha venido -de la mano de Juan Velarde a la cabeza de un buen número de expertos- a confirmar las previsiones que desde febrero de 2005 vienen apuntando.
 
Precisamente uno de los pilares en los que más ha insistido FAES desde febrero de 2005 es en los riesgos inflacionistas y en la crisis de incertidumbre de la inversión extranjera que debilita nuestro déficit exterior. Una reunión en la que también se advirtió que el patrón de crecimiento español no era sostenible ya entonces por el crecimiento del gasto y la inflación al alza. El profesor Velarde ha dedicado íntegramente su intervención a recordar las conclusiones que el citado observatorio viene recogiendo en sus diversas reuniones.
 
Una situación, la que se describía en febrero de 2005 que se agravó en mayo del mismo año. Tras la reunión de este observatorio en aquellas fechas, se advirtió de los peligros que entrañaba para nuestra economía los "devastadores efectos económicos del cambio en la política exterior" así como "la balcanización española" o la "incertidumbre sobre el sector privado".
 
Ya en abril de 2006, recordaba Velarde, el consumo público y privado son los motores de la demanda mientras que en el lado de la oferta es la construcción la que empuja. Unos datos que dejan en mal lugar a la industria "delicada y decepcionante" que sólo obtiene beneficio por la reducción de los costes financieros.
 
En Febrero de 2007, las predicciones de demanda del observatorio de FAES se habían refrendado "por la vía de los hechos" según el profesor Velarde, quien llamaba la atención sobre el elevado endeudamiento y el creciente paro extranjero. En este momento la economía española ya había tocado el techo de su expansión, según ha dicho Velarde quien también sitúa en este momento una importante acumulación de pérdida de competitividad y una bajada significativa de la demanda de vivienda.
 
El pasado mes de julio de 2007, FAES concluye que los problemas que afectan a la economía mundial también ejercen su influencia sobre España. Una influencia que se puede ver agravada por el absoluto triunfalismo mostrado por el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero que continúa sin acometer ni una sola reforma ya que sus propuestas no han tenido ninguna incidencia real sobre las estructuras que soportan nuestra economía y que necesitaban de reformas para mantener el nivel de crecimiento y estabilidad del sistema.
 
Con este sucinto repaso a los dos últimos años de análisis en el observatorio económico de FAES, el profesor Velarde dio la palabra al Presidente de Lehman Brothers para España y Portugal, Luis de Guindos, que se ha encargado de ofrecer una visión global de la coyuntura internacional, afectada por una importante crisis de crédito.
 
Controlar la inflación y generar tranquilidad y certidumbre
 
En su intervención, Luis de Guindos ha trazado unas pinceladas de lo que suponen las turbulencias financieras internacionales, sus posibles consecuencias y sus deseadas soluciones.
 
En opinión de Luis de Guindos, cuando se produjo el "tsunami de liquidez", se cometieron errores de cálculo en la concesión de crédito y en las primas de riesgo que se asumían con estos créditos. Una situación que dio lugar al "colapso de los mercados financieros". Una crisis que va "mucho más allá de las subprime" porque "se colapsaron todos los mercados de crédito". "Si hubiéramos llegado a decir -continuaba De Guindos- que la magnitud de estos problemas se iba a llevar por delante al presidente de Citi y al de Merrill Lynch o que íbamos a ver las colas de gente en el Northern Rock, nos hubieran tachado de locos".
 
No obstante, De Guindos ha advertido que "vivimos nuevas olas de crisis de crédito, una situación de desconfianza porque no se sabe cuantas manzanas podridas tienen las entidades financieras". Esta situación provoca, en su opinión que "los mercados de crédito se secan". Una situación, que en opinión del presidente de Lehman Brothers, solo ofrece dos escenarios posibles:
 
Escenario Central
 
En esta hipótesis, las bajadas de tipos de interés del Banco Central y las no subidas del resto de bancos crearán tranquilidad en los mercados, permitiendo la puesta en marcha de algunas operaciones con disponibilidad de crédito. Un ajuste ordenado que provocaría una desaceleración de la economía mundial de medio punto, fundamentalmente centrado en EEUU y en la Zona Euro. Una situación que, para Luis De Guindos, "no es tan traumática".
 
Escenario Pesimista
 
Esta hipótesis es, para Luis de Guindos, la única alternativa al escenario central. Una situación en el que el sistema de crédito seguiría sin funcionar, lo que provocaría una restricción mayor y una reducción más amplia del crédito lo que tendría un impacto más negativo aún que el escenario anterior.
 
En opinión del presidente de Lehman Brothers, que la balanza caiga de uno u otro lado dependerá de dos factores: La evolución de la inflación y la evolución del mercado de crédito.
 
En el caso de la Inflación, Luis de Guindos estima que si hay un repunte, la reacción de los mercados sería violenta porque pondría en evidencia la preferencia de la Reserva Federal por bajar los tipos para ayudar a los banqueros.
 
Por otro lado, en cuanto a la evolución de los mercados, pese a que "nadie se fiaba de nadie en septiembre", la presentación por parte de los bancos internacionales de sus cuentas anuales y el reflejo de algunos datos negativos, dio transparencia y certidumbre al mercado. En cambio si cuando se presenten las cuentas anuales al final del ejercicio económico, al no haber referencias del mercado, la certidumbre se agota y se agrava la desconfianza, la crisis de crédito se pronunciará y llegará la desaceleración. En opinión de Luis de Guindos, "estamos en un momento de un pesimismo elevadísimo"
 
El impacto de la coyuntura internacional en los mercados financieros y de crédito fue acometida por Fernando Fernández, rector de la Universidad Antonio de Nebrija, quien, no obstante hizo algunas consideraciones sobre la actualidad internacional al hilo de la intervención de Luis de Guindos. Fernández, advirtió que "la crisis probablemente sea larga aunque todavía no hemos visto lo peor" y contemplaba como posibilidad "que la Economía de EEUU pueda entrar en recesión".
 
Entre sus consideraciones también habló de la depreciación del dólar frente a la apreciación del Euro. Una situación que, de persistir, según Fernando Fernández, puede llegar a ocasionar efectos reales sobre los tipos de cambio. En su opinión, "es inquietante que no se hablara de los tipos de cambio en la reunión conjunta del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional". Además, considera que la bajada de los tipos de interés puede evitar el colapso pero no solucionará los problemas de fondo. Sobre el precio del petróleo: "Nadie espera que baje".
 
Ajuste brusco para 2008
 
Ya en sus consideraciones sobre la economía española, Fernando Fernández coincidía con el profesor Velarde al advertir que el "ciclo de la economía española había tocado techo antes del verano".
 
Para Fernando Fernández es muy significativo que el mercado inmobiliario ya esté en una desaceleración mayor de la esperada por una actuación política "más propia de una coyuntura en expansión". Una situación que, en su opinión, ha modificado la percepción de los analistas tras el verano: "Ahora nos piden que tranquilicemos a los inversores".
 
El rector de la universidad Antonio de Nebrija considera que "a nosotros la crisis nos ha pillado en una situación de debilidad porque estamos endeudados doméstica e internacionalmente". En su opinión, esta situación de debilidad se agrava con un problema de "reputación y credibilidad" ya que, considera, se ha debilitado la imagen de España en el exterior y esto es tan importante para los mercados financieros como para los países propiamente, "porque los países compiten".
 
Fernández también observa una erosión del mercado español ya que el Gobierno, en lugar de acometer reformas estructurales para avanzar en la unidad de mercado, prefiere jugar con la posibilidad de perder un punto o medio punto de déficit presupuestario.
 
Las culpas no son de los cereales o del petróleo
 
Precisamente, al mismo tiempo que estos analistas daban cumplida cuenta de los concienzudos exámenes que desde su actividad divulgativa y profesional habían realizado a la economía española y a la coyuntura financiera internacional, el presidente del Gobierno, apartaba de sí la responsabilidad por la inflación y señalaba directamente al precio del crudo. También pedía una visión menos negativa y más optimista ("el presidente empleó el término moderno") de las cuentas nacionales.
 
"No hay que buscar culpables en el pollo o la cebolla o el petróleo", ha señalado a propósito de las excusas que pone el Gobierno para explicar el intenso incremento del nivel de precios. Para Fernando Fernández, "tenemos un problema serio de estructura de mercado" y advierte que nuestro sistema adolece de "medidas liberalizadoras".
 
El rector de la universidad Antonio de Nebrija ha recordado que "lo lógico sucede y España ha agotado un ciclo de crecimiento apoyado en el consumo y la construcción". En su opinión, el mercado de trabajo tiene un problema, de falta de movilidad laboral y geográfica. Una acumulación de problemas que desencadena que "la probabilidad de un ajuste brusco haya crecido considerablemente para 2008".
 
El Gobierno prevé un crecimiento del 3,3 por ciento en los Presupuestos Generales del Estado del año que viene. Sin embargo, Fernández afirma que "crecer al 2,5 por ciento" es ya una proyección "muy optimista" y considera "un error llamar catastrofistas a los que queremos poner los números sobre la mesa".
 
Fernández es uno de los observadores habituales en los foros de FAES. Su intervención en el último Campus FAES del pasado verano fue una de las más destacadas. El rector ha señalado, además, que el largo ciclo de crecimiento iniciado en 1996 con las medidas liberalizadoras, de reducción drástica del gasto y bajadas de impuestos con las que los Gobiernos de José María Aznar gobernaron, "se agotó antes del verano".
 
Efectos sobre la economía real
 
En cuanto a la creciente inflación, Joaquín Trigo, profesor de economía y último miembro del observatorio en intervenir, ha recordado que el Gobierno tiene superávit presupuestario pero, "como gasta lo que todavía no ha ingresado está provocando más inflación". Unas declaraciones que vienen a rebatir las excusas que ha ofrecido José Luis Rodríguez Zapatero en el Senado. Trigo también ha llamado la atención sobre el elevado endeudamiento familiar que ha pasado del 46 por ciento al 85 por ciento.
 
En cuanto a la capacidad de trabajo, la considera lamentable, de las peores de europa, lo que hace que "las empresas no es que prefieran evitar España, es que las de aquí se están marchando" lo que hace que ahora "estemos a la cola en inversión extranjera" que es con lo que se financia parte de la deuda exterior.
 
Sobre la situación de las empresas, ha lamentado la falta de protección por parte del Gobierno ya que los juzgados están colapsados y las instituciones son débiles, lo que "menoscaba nuestra reputación" y, como ha recordado Trigo, Es muy difícil tener unas instituciones respetables y ganarse el prestigio y la reputación, "pero es muy fácil perderlo".
 
(Fotografía: David Mudarra/FAES)

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