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Montilla exige el control de las infraestructuras para alcanzar una "plenitud nacional"

Órdago nacionalista ante la ineptitud del Ministerio de Fomento en la crisis de infraestructuras en Barcelona. El presidente de la Generalidad, José Montilla, ha oficializado su intención de "trabajar hacia un compromiso nacional de más perspectiva temporal que la de una legislatura", que consiga que el Gobierno autonómico "actúe como la auténtica administración central del país (en referencia a Cataluña)", también en materia de infraestructuras. Según el socialista, "no habrá un horizonte de ambición y plenitud nacional" para Cataluña "sin el nivel de infraestructuras que reclama la sociedad" de dicha Comunidad Autónoma. Sus palabras no arrancaron ni un sólo aplauso en la cámara de representación catalana.

Órdago nacionalista ante la ineptitud del Ministerio de Fomento en la crisis de infraestructuras en Barcelona. El presidente de la Generalidad, José Montilla, ha oficializado su intención de "trabajar hacia un compromiso nacional de más perspectiva temporal que la de una legislatura", que consiga que el Gobierno autonómico "actúe como la auténtica administración central del país (en referencia a Cataluña)", también en materia de infraestructuras. Según el socialista, "no habrá un horizonte de ambición y plenitud nacional" para Cataluña "sin el nivel de infraestructuras que reclama la sociedad" de dicha Comunidad Autónoma. Sus palabras no arrancaron ni un sólo aplauso en la cámara de representación catalana.
LD (Europa Press) En una comparecencia de tres cuartos de hora en el pleno del Parlamento catalán, para explicar los problemas en las obras del AVE que han provocado la suspensión de varias líneas de Cercanías Renfe, destacó que su Gobierno ha "empezado a poner sobre la mesa la necesidad de una implicación mayor de la Generalidad en la ejecución de las grandes obras del Estado, mediante una fórmula que puede ser de carácter consorcial o/y de encomienda de gestión", algo que consideró que "debería haber estado en la agenda hace diez años".
 
En un discurso que no arrancó ningún aplauso en el hemiciclo, Montilla desmintió la interpretación de sus palabras de la semana pasada en Madrid como una asunción pesimista del estado de ánimo catalán, y se mostró convencido de que la sociedad catalana "tiene energía para superar las adversidades" y lograr una "proyección de futuro".
 
"Esa es la Cataluña en la que cree este Gobierno, la que sabe reaccionar, que es exigente consigo misma y con sus responsables políticos y que no se deja tentar por el pesimismo, sino que lucha, huye de la melancolía y avanza", afirmó.
 
Montilla, que se mostró convencido de que el servicio de Cercanías de Renfe podrá restablecerse "muy pronto", pese a no querer "entrar en el conflicto de las fechas", reiteró su petición de "disculpas" a los usuarios de Renfe y a los conductores afectados, y su reconocimiento al "civismo" demostrada por la ciudadanía catalana ante los problemas.
 
El presidente catalán defendió el actual trazado del AVE por Barcelona, alegando que "los gobiernos serios y responsables han de respetar acuerdos de gobiernos anteriores, más cuando se alcanzan con tanto consenso" como éste.
 
Pidió extraer "una lección" de los sucesos de los últimos días en Cercanías para prever "con más anticipación" incidentes de este tipo y "trabajar a más largo plazo".
 
Sin mencionar en ningún momento a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, cuya dimisión es reclamada por todos los partidos catalanes menos el PSC, Montilla propuso, "para revertir el enojo" ciudadano, que se "reconozcan los errores, se den respuestas claras y convincentes, se solucionen los problemas y después, sólo después, también se ha de exigir asunción de responsabilidades".

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