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Batasuna señala al AVE vasco como el nuevo enemigo de ETA y su entorno

ETA y su entorno le han declarado la guerra al AVE vasco. Tras los últimos casos de sabotaje y detenciones de terroristas callejeros preparados para sabotear estas obras, ahora le ha tocado el turno de poner en el disparadero al tren de alta velocidad a la propia Batasuna-ETA. Los encargados de hacerlo han sido Marije Fullaondo y Eusebio Lasa, quienes han animado a sus acólitos a movilizarse para intentar "parar el TAV".

ETA y su entorno le han declarado la guerra al AVE vasco. Tras los últimos casos de sabotaje y detenciones de terroristas callejeros preparados para sabotear estas obras, ahora le ha tocado el turno de poner en el disparadero al tren de alta velocidad a la propia Batasuna-ETA. Los encargados de hacerlo han sido Marije Fullaondo y Eusebio Lasa, quienes han animado a sus acólitos a movilizarse para intentar "parar el TAV".
L D (Agencias) En una rueda de prensa celebrada en Bilbao que las Fuerzas de Seguridad no han impedido, Fullaondo y Lasa insistieron en que, para impulsar "un cambio social", es "imprescindible parar el TAV", por lo que el entorno de ETA "junto con el movimiento anti-TAV va a ir a parar el TAV porque es la única manera de poder poner las bases de otro modelo social y económico alternativo y de soberanía para Euskal Herria".
  
Por ello, realizaron un llamamiento a "la clase popular y trabajadora a la organización y a la lucha, porque parar el TAV es el primer paso para ir construyendo otro modelo diferente que se basa en la soberanía económica, en la defensa de la tierra, en otra economía deferente y en una apuesta por los mínimos derechos sociales y laborales".
  
En este sentido, criticaron que, "detrás" del proyecto de tren de alta velocidad "se esconde un modelo neoliberal y capitalista" que el TAV pretende "reforzar" y que está "dirigido" por los estados español y francés "por encima de la soberanía de Euskal Herria". Frente a este modelo, apostaron por "poner las bases de otro alternativo" y dirigido "hacia la independencia y el socialismo". En este contexto, indicaron que el actual marco jurídico-político "está en crisis" y plantearon aumentar "esa crisis para construir una Euskal Herria diferente".
  
Según censuraron, apostar por el proyecto del TAV supone "incrementar la dependencia económica con respeto a los dos estados, la partición, la negación y la dependencia", además de "ahondar en la explotación de los sectores populares" y la precarización del trabajo.

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