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Aznar: "Si a un presidente le da miedo que lo abucheen no se le puede dar la confianza"

En una entrevista concedida a ABC, Aznar recuerda implícitamente el férreo control impuesto por Moncloa en el funeral de Trapero y advierte que "si a un presidente le da miedo que lo abucheen no se le puede dar la confianza para que gestione una crisis importante". En su opinión, "no sabrá hacerlo, será incapaz de aguantar la presión". En este sentido, señala que tras la negativa del Congreso a revocar la resolución de junio de 2005, ETA ya sabe que si el PSOE gana las elecciones, "la negociación estará servida".

En una entrevista concedida a ABC, Aznar recuerda implícitamente el férreo control impuesto por Moncloa en el funeral de Trapero y advierte que "si a un presidente le da miedo que lo abucheen no se le puede dar la confianza para que gestione una crisis importante". En su opinión, "no sabrá hacerlo, será incapaz de aguantar la presión". En este sentido, señala que tras la negativa del Congreso a revocar la resolución de junio de 2005, ETA ya sabe que si el PSOE gana las elecciones, "la negociación estará servida".
(Libertad Digital) A lo largo de la extensa entrevista que publica este sábado ABC, José María Aznar se presenta como un líder sereno y tranquilo, preocupado por los problemas que se ciernen sobre los españoles pero que tiene muy claro que su tiempo pasó y que ahora sólo dedica su tiempo a los retos que se ha marcado en "su nueva vida".
 
Desde la experiencia, Aznar analiza algunos temas de candente actualidad como el terrorismo de ETA, o la educación, así como las inquietudes y dificultades con las que se encuentra un presidente del Gobierno cuando se hace cargo de la enorme responsabilidad que le ha tocado en suerte.
 
Pese a que afirma con rotundidad no tener "el más mínimo deseo de participar en la vida política española", confiesa que está a disposición de "mi país, mi partido y de mis principios". Sobre el debate político en España, dice que no quiere participar porque ahora es un debate "de bajura" y no "de altura",  por eso "intento ser cuidadoso con mis opiniones". Pero, cuidadoso o no, ha dado su punto de vista sobre algunos temas como el terrorismo de ETA y la última negativa del congreso a cerrar las puertas a la negociación con los terroristas.
 
Si el PSOE gana, "la negociación está servida"
 
Según el ex presidente del Gobierno, esta decisión permite a los asesinos interpretar que "al día siguiente de las elecciones, si ganan los que en este momento están gobernando, la negociación está servida. Ya lo saben. Ya se lo han dicho". Para los que buscan una solución a este problema, Aznar es directo "y si alguien quiere que eso ocurra, ya sabe lo que tiene que hacer".
 
Su experiencia como presidente del Gobierno es que la decisión del presidente es la última y no queda “un burladero que lo proteja”. En este sentido, ha recordado implicitamente el férreo control que impuso el Gobierno en el funeral de estado por el alma del Guardia Civil asesinado por ETA Fernando Trapero al decir que "si a un presidente le da miedo que lo abucheen, como hemos visto recientemente, no se le puede dar la confianza para que gestione una crisis importante. No sabrá hacerlo, porque será incapaz de soportar la presión".
 
En este sentido, Aznar enfatiza que "solucionar los problemas requiere analizarlos y no asustarse con ellos" porque "un líder político no debe mirar a otra parte cuando tiene un problema". Por este motivo, ha lamentado que ahora "se vive pendiente de los sondeos" y se ha establecido como regla general la consigna de "no debemos de tener problemas, no existen los problemas, no hablamos de problemas, y claro, no se resuelven los problemas y siguen creciendo".
 
Un nuevo ejemplo de esta tendencia la encuentra Aznar en la educación: "La situación educativa en España es muy llamativa. Todos los informes internacionales dicen lo mismo. Bueno, pues las decisiones que se toman son justo las contrarias que aconsejan estos informes, luego estás agravando el problema en lugar de afrontarlo".
 
Estas debilidades molestan especialmente al ex presidente, "yo no perdono la frivolidad en política" porque, recuerda Aznar, "en el ejercicio de la política se juega con los intereses ajenos, con la esperanza, las ilusiones y las ambiciones de los demás". Por este motivo, él quiso "cambiar las cosas" y provocó "olas a favor y alguna marea en contra". Aunque, en política, dice Aznar "unos empiezan los proyectos, otros los desarrollan y otros los terminan.... y otros vienen después y los estropean".
 
Consciente de que despierta la admiración en muchos y el odio en otros tantos, José María Aznar confiesa que siempre ha considerado que los españoles tienen una cierta incapacidad para reconocer el mérito ajeno y que por eso "somos un país que ensalza a los muertos". Una circunstancia que no impide el gusto por el poder. Dice Aznar que nunca ha creído a "aquellas personas que expresan un sufrimiento por estar en el Gobierno". En su opinión "no son sinceras, no conozco a nadie que sea presidente del Gobierno y que no le guste serlo". Para José María Aznar, "quejarse es una falta de educación. Lo importante es tener la determinación de remar contra corriente."
 
Salvaguardar al País. Libertad y responsabilidad, las dos caras de una misma moneda
 
De nuevo las Azores, y la Guerra de Irak salen a colación en la entrevista. Aznar, sereno, asegura que era "lo que más le interesaba a España" porque "lo más importante es que un país cumpla sus obligaciones". En su opinión, "si usted no cumple con sus deberes por qué los van a cumplir otros por usted". En este sentido recordaba que "cuando uno tiene un problema de terrorismo durante años, no puede estar recabando la solidaridad de los demás y cuando los demás se ven amenazados, no arrimarles el hombro".
 
Una afirmación que viene a confirmar lo que Aznar reclamaba en otro momento de la entrevista cuando expresaa su preferencia por "que los países sepan salvaguardar sus intereses fundamentales, con independencia de quien esté en el Gobierno" porque "lo que hace falta es refundar los principios y defenderlos", saber que "la libertad y la responsabilidad son las dos caras de la misma moneda". A los que le discuten su intención de cambiar la imagen de España en el exterior, Anzar les contesta, "lo discuten los que habrían querido conseguirlo y no lo consiguieron".
 
Sobre el resto de líderes, Aznar ensalza las figuras de Sarkozy y Merkel aunque opina que "en líneas generales en el mundo faltan liderazgos". Preguntado sobre su concepto de liderazgo Aznar contesta: "La mayor tarea del liderazgo es hacer que la gente confíe en sus propias posibilidades y que a la vez confíe en tí".

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