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Beber mucha agua no es saludable

Como tantas otras cosas, es beneficiosa en una determinada dosis, en este caso inferior al que muchos gurús y agentes de publicidad alimentaria predican

AdolfoDL dijo el día 23 de Julio de 2011 a las 20:56:

Nicer

Muchas gracias por tu comentario. Resume bastante bien un tipo de comportamiento 'médico-científico' que me gusta ilustrar con ideas o impresiones como las que describes, que por desgracia son muy reales.

Es fascinante a la par que deprimente el desprecio a los clásicos. Que a un odontólogo le produzca "gracia" los estudios de Mellanby es prácticamente como decir que a un economista le producen "gracia" los escritos de Ludwig Von Mises por ser "antiguos". Francamente cualquiera debería revisar su condición de experto en algo con tales asunciones.

Sobre aquel artículo de la caries recibí algún correo corroborativo de mi tesis, expuesta y documentada, por parte de algún odontólogo. En primer lugar, debe asumirse que los médicos cuanto menos por lo general no son expertos ni especialistas en nutrición ni alimentación. Invito a cualquiera a hacer un somero y sencillo test general nutricional a cualquier médico licenciado sobre materias por ejemplo expuestas por mí en LD. No hablemos ya de historia de la nutrición. La culpa no es de ellos quizás, sino de los programas carentes de formación nutricional de las escuelas de medicina. De este asunto trataré en otra ocasión.

El desprecio de los estudios científicos de hace décadas por ser antiguos por parte de determinados médicos no hace sino revelar el más que mejorable estado de conocimientos, comprensión e incluso apertura de miras científicas por parte de la comunidad médica. Precisamente los estudios científicos antiguos son muy valiosos por estar libres de los perjuicios que inundan hoy el mundo médico y de la salud en general.

Desde luego mal se va a volver a las raíces y los conocmientos básicos si despreciamos a los clásicos. Que un odontólogo desprecie sin miramientos los estudios de Mellanby y Price es para echarse a llorar, sinceramente.

La causa principal de la caries dental la ha conocido la ciencia desde hace al menos 80 años. Y no se debe a no usar un hilo dental. Si cualquiera propone esta causa en un estudio sobre la ausencia de caries en algunas poblaciones inuit de hace unas décadas cuanto menos puedo asegurar que le van a poner a uno una cara de extrañeza, sorpresa o indignación.

Más allá de los títulos de cualesquiera personas, los conocimientos hay que demostrarlos con seriedad y documentación, no con retahílas de repetición de lugares comunes. Eso es la dilapidación de cualquier progreso.

AdolfoDL dijo el día 22 de Julio de 2011 a las 23:23:

La idea de beber agua cuando se tiene sed ya viene recogida en enseñanzas de la medicina tradicional china, que habla de la importancia de la misma, pero también de lo que puede arruinar la salud abusar de ella. Dicho lo cual, la falta de sed en algunas personas puede deberse a problemas muy específicos y es cierto que con el envejecimiento es esperable alguna disminución de la misma. Igual que hay personas que tienen una sed desbocada, como los diabéticos (esto se denomina polidipsia). En cualquier caso debemos convenir en que beber al menos 2 litros de agua es una idea muy poco fundamentada científicamente, y en las personas por lo demás sanas el consejo más racional es beber en tanto se tenga sed, no beber por beber.

Problemas digestivos consumiendo 2 vasos de agua antes de comer me resulta un problema común por las experiencias de lectores que han llevado a cabo esta práctica. Principal o no en el proceso digestivo, es cierto que tanta agua impide la correcta producción de ácidos necesarios para este proceso como el clorhídrico. Es probable que se deba a que en general el agua es más ácida que alcalina, y el ácido clohídrico si no me equivoco al menos en parte se segrega para acidificar el estómago y digerir como bien se comenta las proteínas.

El argumento de los fabricantes de aguas minerales lo emplea también y claramente el editorial que cito del British Medical Journal. No entiendo la relevancia del coste del agua mineral en este asunto. Barata o cara, una empresa de aguas minerales vive de ello tanto como la inmobiliaria de sus inmuebles y el panadero de su pan.

Nicer dijo el día 22 de Julio de 2011 a las 22:42:

Todavía recuerdo aquél artículo: "Caries, enfermedad de la civilización":

Se lo enseñé a mi mujer, dentista. Especialista en el tema, vamos.

Y le hizo mucha gracia el tema. Artículos científicos de los años treinta...

Lo voy a explicar como me lo explicaron a mí, los únicos especialistas y entendidos en dientes: la caries no es una enfermedad, es muchísima falta de higiene.

Todos tenemos bacterias en nuestro organismo, bacterias beneficiosas. Los detritos de cierta bacteria bucal, son ácidos y son lo que provocan la caries. Sin esa bacteria, la boca del ser humano sería un lodazal apestado, esta vez sí, de bacterias fatales. Menos bacterias que provocan caries, hace que aumenten las bacterias que provocan enfermedad periodontal, "piorrea". ¿Ustedes que prefieren caries o perder el hueso que sustenta los dientes? (es decir, quedarse sin dientes).

Obviamente el azúcar y los alimentos calóricos, son metabolizados mejor por la bacteria que provoca la caries, pero lo que de verdad provoca caries es ser un guarro y no lavarse los dientes tres veces al día y pasarse la seda dental. Bueno, eso provoca caries y otras cosas.

Esa es la realidad. Lo demás gurús que hablan sin tener ni idea.

Es como mi profesión, soy arquitecto, y no hay peor cosa que escuchar o leer a un profano en la materia hablar sobre lo mío. No tienen ni idea, creen que saben, encima, y no. Obvio.

Lo que hay que hacer es asesorarse por gente competente, es decir, gente que ha estudiado y ha hecho y por tanto, son personal competente para hablar, con propiedad, del tema que se trate.

Pero está muy bien llamar gurús a los gurús, por parte de otros gurús. Es gracioso. "Apártate que me tiznas, le dijo la sartén al cazo".

Nicer dijo el día 22 de Julio de 2011 a las 22:18:

¿Qué es "consumer advocate en salud, nutrición clínica y dermatología cosmética"?, es la primera vez que leo algo así. Ah, defensor del consumidor....Osea, la misma credibilidad que los nutricionistas de las revistas....

Yo para eso me aconsejaría de un médico, químico, microbiólogo, etc...Personal competente, vamos. Porque como no sepa más un médico dermatólogo...., un médico nutricionista o un médico de salud....

Olmos dijo el día 22 de Julio de 2011 a las 11:22:

No acierto a entender por qué el agua que eventualmente podamos ingerir antes de comer, siendo más o menos neutro, pueda contrarrestar al ácido clorhídrico del estómago.

Aparte, el ácido clorhídrico no es el principal responsable de la digestión ya que ésta se hace en los intestinos que es un medio alcalino, no en el estómago medio muy ácido, como no sea para desmenuzar, que no digerir las proteínas, que repito se hace en los intestinos.

El argumento que se viene utilizando para beber sin sed es que con la edad se atrofia el mecanismo de la sed ¿Está Vd. en condiciones de asegurar que también esta afirmación es falsa? si así fuera, mucho le agradecería que nos documentara un poco más sobre el mecanismo de la sed.

Hombre, puedo admitir que los fabricantes de potingues protectores contra los rayos UVA_B nos lo quieran vender a toda costa por intereses comerciales, pero se ha pasado Vd. utilizando el mismo argumento respecto a un elemento tan barato como el agua.

Un saludo

milorlan dijo el día 22 de Julio de 2011 a las 09:21:

D. Adolfo que grande es, le tengo un mucho carino por el veneficio que me causo su dieta y por todas las cosas que nos a ido contando. Vivimos en un mundo donde nos falsean la realidad para acomodarnos a sus intereses y exprimirnos asta el ultimo centimo en su veneficio. Muchas gracias por habernos abierto los ojos, porque solo la verdad nos hace libres. Gracias.

paserifo dijo el día 22 de Julio de 2011 a las 04:12:

Muchas veces he oído que el agua engorda. Esto es una trola que ha aparecido en libros de nutrición a lo largo del siglo XX en muchas ocasiones. Si la gordura es la acumulación de grasa ¿cómo podría engordar una sustancia que nada tiene que ver con las grasas? Lo que pasa es que se producen retenciones de líquidos, especialmente en las mujeres multíparas, premenopáusicas y menopáusicas.

Realmente es difícil beber dos litros de agua en las dieciséis horas de vigilia (más o menos). Pero por más que los alimentos contengan mucha agua, hay que señalar que esta se evapora en gran parte mediante la cocción. Una tortilla francesa de un huevo no es agua en sus tres cuartas partes. En general, los hervidos y los alimentos al vapor aportan más agua que los asados, fritos, a la plancha o sartén o al microondas.

Luego está el tema del estreñimiento. El intestino grueso absorbe la mayor parte del agua de las heces. Si bebemos poca agua y no comemos verdura hervida, ni frutas jugosas, ni bebemos leche o zumos, el cuerpo intentará hidratarse a base de las heces, que se volverán cada vez más duras, pequeñas y compactas, difíciles de evacuar, llegando a producir atascos, que deben solucionarse a base de enemas (agua con sal, fundamentalmente) o mediante métodos más agresivos todavía.

Beber muchísima agua no es saludable, como tampoco es saludable llenar el cuerpo de sales minerales y esas cosas que echan a las bebidas de «deportistas», pues pueden dañar gravemente los riñones y provocar un desbalance electrolítico tan malo como el producido por la ausencia o escesiva disolución de iones. Pero en las zonas más soleadas y secas, lo suyo es recomendar al personal que beba agua incluso cuando no tenga sed (especialmente niños, ancianos, embarazadas y personas convalecientes) y que coma alimentos que aporten sales minerales, fibra y agua, y que estén correctamente cocinados. Por ejemplo: Plátanos, kiwis, pavías, cacao, fresas, pimientos, vaina de judía verde, espinaca, acelga, zanahoria, apio, y un poco de trigo o arroz integral, que si fue cultivado en buena tierra, tendrá muchos oligoelementos, vitaminas y minerales que le vendrán muy bien al organismo.