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Carlos Semprún Maura

China es vecina

Si sois buenos con el ozono, podéis ser todo lo bestias que queráis con los chinos, parece ser el regio mensaje presidencial.

Me dicen que va a ser Sarkozy quien va a traer de China la nueva pieza que necesita nuestro ascensor, parado desde hace quince días. No me lo creo; tiene demasiados negocios de peso entre manos, como los reactores nucleares civiles que Areva va a instalar allí, la venta de aviones de Airbus y algunas cosas más. Se habla de 20.000 millones de euros, por ahora. Nuestro ascensor no puede competir con esas cifras. En este sentido es curioso constatar cómo los medios galos, cuando hay buenas noticias como contratos de venta, los aviones son franceses, pero cuando las noticias son malas y hay problemas y retrasos, Airbus es una empresa europea.

La misma prensa indica que el presidente no va a plantearles a las autoridades chinas nada que pueda molestarles en lo que a "derechos humanos" se refiere. Podrán seguir encarcelando a periodistas y miembros de la oposición, fusilando, masacrando campesinos, y todo para bien. En cambio, está dispuesto a echarles varios y sesudos varapalos sobre medio ambiente. Si sois buenos con el ozono, podéis ser todo lo bestias que queráis con los chinos, parece ser el regio mensaje presidencial.

Como bien es sabido, la huelga de transportes ha terminado, para alegría de los usuarios. Se habla de una victoria de Nicolas Sarkozy, al haberse mostrado firme defendiendo su reforma. Tal vez, pero es una victoria relativa, porque no hubo batalla sino más bien escaramuzas. Como en otros conflictos, la "base" se mostró más intransigente que los responsables sindicales, más conciliadores y abiertos a la negociación, que por cierto prosigue y permitirá a los funcionarios ferroviarios lograr, probablemente, aumentos de salarios para compensar la obligación de trabajar y cotizar 40 años, en lugar de 37,5. Todo esto era previsible: la opinión pública apoyaba al Gobierno, los dirigentes sindicales querían negociar y las manifestaciones callejeras fueron raquíticas, incluso la de los estudiantes del pasado jueves.

Por cierto, que el bloqueo de las universidades también prosigue, pero el domingo, en Lille, la UNEF abandonó la "coordinadora estudiantil" que defiende la continuación del movimiento. Pero estos son una minoría, y dentro de poco los gendarmes "liberarán" las universidades aún bloqueadas.

Este conflicto ha puesto de manifiesto, una vez más, el arcaísmo de la sociedad francesa; el Estado se ocupa de todo: de la economía, del salario mínimo, del mercado laboral, de los transportes, de los impuestos, de la Seguridad Social, de la Sanidad, de los despidos, del apartheid contra los fumadores, de la cultura, de la educación, del clima y de la felicidad de las parejas los fines de semana. Un aquelarre.

Etienne Mougeotte, ex director de programas de TF1, se hace con la dirección de las redacciones del grupoLe Figaro. Presentándose a sus lectores, hoy lunes, declara que el diario será "liberal, reformista e independiente" y luchará por la reducción del papel del Estado. Muy bien, ya veremos.

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