El Ejército de Estados Unidos ha anunciado que despedirá a otros 40.000 soldados, dejando al país con un ejército más pequeño que el de antes del 11 de septiembre de 2001.
Sin embargo, esto en sí ya no es material de titulares de prensa. Los líderes del Ejército han estado anunciando esta reducción durante años debido a los drásticos recortes presupuestarios a los que se enfrentan.
Lo que debería preocuparle al pueblo estadounidense es cómo estos recortes continúan debilitando la seguridad nacional de Estados Unidos.
Además mientras que el Ejército está recortando personal, también está quedándose peligrosamente sin entrenamiento ni preparación ante el conflicto.
En marzo, el general Ray Odierno, jefe del Estado Mayor del Ejército, testificó ante el Congreso diciendo: "El implacable estancamiento presupuestario nos ha obligado a degradar [nuestra] disponibilidad a niveles históricamente bajos". Y añadió que hoy sólo un tercio de las brigadas del Ejército de Estados Unidos están listas para el combate.
Debido a estos recortes a la disponibilidad y estructura de la fuerza militar, Odierno concluyó que el Ejército ya no puede ejecutar la estrategia de defensa de Estados Unidos. Los recortes de personal y entrenamiento han sido demasiado profundos y, además, parece que los recortes van a continuar.
Desde 2011, el presupuesto base del Ejército se ha reducido en un 17,6% en términos reales. Si se incluye la financiación de las Operaciones de Contingencia en el Extranjero, el presupuesto del Ejército se ha reducido en un 41,8% desde 2011. Estos recortes son peores que los recortes generales en el presupuesto de Seguridad Nacional, que bajó un 15% durante el mismo período.
En 2011 había 566.000 soldados en el Ejército. Ahora hay 490.000 y estos recortes reducirán esa cifra a 450.000 a finales de 2017. El anuncio detalla cómo y dónde planea recortar el Ejército 40.000 soldados.
Después de haber completado estos recortes, el Ejército se reducirá a aproximadamente 30 Equipos de Brigada de Combate (BCT), 20 BCTs por debajo del mínimo necesario para mantener a Estados Unidos seguro y protegido, según la evaluación hecha por la Fundación Heritage.
Los recortes no se han limitado al personal del Ejército sino que también afectan a la modernización del Ejército, que se ha reducido en un 25%.
Estos importantes programas habrían desarrollado cosas como nuevos vehículos de combate y helicópteros de búsqueda, pero ahora han sido eliminados.
El futuro del Ejército pende de un delicado equilibrio. Incluso si se implementa este recorte de 40.000 soldados, la situación presupuestaria del Ejército de Estados Unidos es precaria.
Parece que habrá aún más recortes presupuestarios para el Ejército. Si el Congreso y el presidente mantienen los topes nacionales de gasto en seguridad, "el frágil castillo de naipes" que Odierno describió se verá seriamente amenazado. Sin la capacidad ya de poder ejecutar la Guía Estratégica de Defensa, el embargo de fondos "nos obligaría a reducir aún más el número total del personal militar".
Teniendo en cuenta las amenazas a las que se enfrenta Estados Unidos, ahora no es el momento de reducir nuestro potencial y capacidad militar. Más bien, el Congreso y el presidente Obama deberían evitar estos debilitadores recortes al Ejército y a nuestras otras fuerzas militares.
El mundo no se está volviendo un lugar más seguro y, por tanto, Estados Unidos no debería recortar ingenuamente la capacidad militar que nos protege.
Justin Johnson y Carl Best - Heritage Foundation