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Ignacio Villa

Aznar no vuelve a la política

¡Qué beligerancia la de estos chicos del grupo Prisa contra todo lo que tenga el más mínimo rastro de Aznar! Es odio, rencor y mucho más. Juegan de nuevo a encender el ventilador, y antes o después se les volverá en contra

El Partido Popular ha descubierto una de las cartas mejor guardadas, pero que al mismo tiempo era fácilmente previsible. Estaba escrito en el guión de la calle Génova y así se ha cumplido. Mariano Rajoy ha decidido la creación de una figura nueva, que bajo el epígrafe de "presidente de honor" está pensada y diseñada para José María Aznar. De esta forma, el ex presidente del Gobierno estará integrado en la estructura orgánica del partido con los honores que se merece alguien que ha cohesionado al PP como el primer partido político de España.
 
Creo que esta iniciativa no merece mucha duda. Aznar se merecía un reconocimiento de su partido y lo va a tener. Desde luego la campaña furibunda que de nuevo ha montado el grupo Prisa contra Aznar por esta cuestión se antoja ya como algo congénito. Se ponen histéricos a la mínima. Desde todos los medios de comunicación de Polanco han tardado muy poco tiempo en volver al ataque. Bajo el grito "Aznar vuelve a la política", se han lanzado a lo bestia contra el ex presidente del Gobierno y contra el actual secretario general del PP. ¡Qué beligerancia la de estos chicos contra todo lo que tenga el más mínimo rastro de Aznar! Es odio, rencor y mucho más. Y, ciertamente, tanto rechazo a ocho años de gobierno eficaz y estable del PP no tiene mucho sentido político. Juegan de nuevo a encender el ventilador, y antes o después se les volverá en contra.
 
Es verdad que la presencia de José María Aznar como presidente de honor del PP es una puerta para que, en un momento determinado, el ex presidente del Gobierno ofrezca su opinión sobre una cuestión concreta. Pero teniendo cargo honorífico o no teniéndolo, Aznar puede hablar cuando quiera y como quiera; y además siempre que diga algo será escuchado con atención y tendrá repercusión mediática. Aznar ha pasado ocho años por La Moncloa y nunca pasará desapercibido. Por lo que esta propuesta no significa que vuelva a la política, diga lo que diga el grupo Prisa.
 
Otra cosa bien diferente es que Aznar deba ser discreto y mantener un prudente silencio para reforzar el liderazgo de Mariano Rajoy. Pero esa actitud nada tiene que ver con la presidencia de honor. Es bueno que Aznar sepa estar en su sitio. Estar integrado en la dirección honorífica de la dirección del partido no tiene que significar ningún problema. Aunque los de siempre pretendan fabricar una historia que nada tiene que ver con la realidad.

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