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Ignacio Villa

Los malos humos de Zapatero con Madrid

Al final, en Madrid sólo se reciben problemas, ahogos y amenazas por parte el Gobierno Zapatero. Y así es muy difícil que den la vuelta a las encuestas, por mucho que Zapatero se haga cuatro fotos.

Madrid se ha convertido en objetivo electoral prioritario para el Gobierno Zapatero. El presidente sabe que un nuevo triunfo electoral suyo en 2008 pasa obligatoriamente por un triunfo del PSOE en el Ayuntamiento o en la Comunidad de Madrid en 2007. Esa victoria madrileña, además del efecto psicológico que pudiera suponer, significaría la retención de una importante bolsa de votos en el partido socialista.

Hasta aquí la teoría. La realidad para los socialistas es bien diferente. El PSOE tiene en Madrid dos candidatos muy flojos. Por un lado, Rafael Simancas ha demostrado en esta legislatura que tiene muy poco nivel; sin fortaleza, sin capacidad y sin talla. Por otra parte, Trinidad Jiménez no ha existido. No ha hecho oposición, más pendiente de las relaciones internacionales de su partido; una realidad que el propio Zapatero confirmaba en la inauguración de la T-4 cuando comentó que los socialistas iban a presentar para el Ayuntamiento un candidato "potente".

Además, a nadie se le oculta que el Gobierno de Zapatero está haciendo una política sistemática de afrenta a Madrid. Por la atención que presta a otras comunidades autónomas con privilegios que niega a la madrileña, por haber cerrado el grifo de las inversiones desde hace meses y por estar buscando de forma constante el choque con el gobierno autonómico.

Este largo itinerario de despropósitos, de desprecios y de agravios que ha tenido a los ciudadanos como los principales afectados. Por eso, aunque ahora improvisen ya es demasiado tarde para recuperar el terreno perdido. No es de recibo el anuncio realizado por Zapatero de la Agenda 2006 para Madrid compuesta en su mayoría por inversiones ya realizadas o por infraestructuras ya ejecutadas. Además se ha apropiado de la nueva Terminal de Barajas, ha vendido como propia la Ley de capitalidad y ha anunciado inversiones fantasmas para Madrid; la habitual propaganda.

Sin embargo, la realidad desmiente a las poses de Zapatero. Desde el Gobierno se intenta ahogar a Madrid: problemas desde el Ministerio de Fomento por la R-1 y el cierre de la M-50, problemas desde el Ministerio de Medio Ambiente por el enterramiento de la M-30, problemas desde el Ministerio de Sanidad por la Ley del Tabaco. Al final, en Madrid sólo se reciben problemas, ahogos y amenazas por parte el Gobierno Zapatero. Y así es muy difícil que den la vuelta a las encuestas, por mucho que Zapatero se haga cuatro fotos. Hay demasiada prepotencia que esconder.

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