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Juan Manuel Rodríguez

El inventor de la "folha seca"

Su discípulo a la hora de golpear el balón sería Roberto Carlos (ojo, sólo a la hora de golpearlo). Cuando le pegaba se iba arriba, arriba; luego adquiría un efecto envenenado y como si alguien tirara de un hilo imaginario la pelota descendía lentamente e iba orientándose, buscando la portería rival. Alguien podría pensar que en sus tripas de cuero llevaba una complicada maquinaria, un control remoto; el balón caía del cielo como en el otoño las ojas secas caen de los árboles. Valdir Pereira "Didí", que este sábado moría en Río de Janiero tras una larga enfermedad, acababa de inventar la "folha seca".

Si le preguntabas a Alfredo di Stéfano por qué el brasileño no triunfó en el Real Madrid te decía que no era un guerrero. Era cierto. Didí solía comentar lo siguiente: "¿Para qué voy a correr treinta y cinco metros y dar un pase de cinco si puedo dar directamente uno de cuarenta?" Si le preguntabas a Didí por qué no caló en España te explicaba que Di Stéfano vio en él a un rival de enjundia. Era verdad. La "saeta rubia" no se recató nunca a la hora de mostrar públicamente su preferencia por un "rompedor" antes que por un "gambeteador". Eran dos escuelas opuestas y al final, en un país duelista como el nuestro, resultó inevitable el enfrentamiento entre los dos. El público del Bernabéu eligió a Di Stéfano y el "Principe Etíope" -que venía de conquistar un Campeonato del Mundo- tuvo que irse por donde había venido. La mujer de Didí (que trabajaba como periodista en Brasil) se encargó de enturbiar definitivamente las relaciones de su marido con las "vacas sagradas" del vestuario. Desafortunadamente, y aunque cruzara físicamente la frontera, Valdir Pereira nunca entró en España.

Sin embargo Didí pasará a la historia del fútbol mundial como un grande entre los grandes. Fue campeón del mundo en Suecia 58 y Chile 62 y marcó el primer gol en el mítico estadio de Maracaná. En los años cincuenta jugaba con Zagallo, Vavá o Nilton Santos y el propio Pelé llegó a comentar en su día que nunca había visto un futbolista con tantos recursos técnicos. Vistió la camiseta "verdeamarela" en 74 ocasiones y siempre fue un espectáculo sobre el terreno de juego.

"Debe correr el balón, no yo". Aunque no había nacido todavía puedo imaginarme que el público del Bernabéu (ha cambiado muy poco en los últimos cincuenta años) le haría pasar las de Caín... "¡Mari Pili vete a la cocina!"... "¿Por qué no te marchas a jugar al salón de tu casa?". El Real acababa de conquistar su cuarta Copa de Europa y Didí su segundo Campeonato del Mundo. Las cosas acabaron mal (en Sevilla Di Stéfano le dijo que tenía que darle una patada en el culo a su mujer) pero Didí nunca renunció a su estilo. El inventor de la "folha seca" era así. Cuestión de carácter.

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