Menú

Hablar en el fútbol sale gratis. Todavía espero a que el forense Alfonso Cabeza tire de la manta. Era una de sus frases recurrentes cuando ocupaba la presidencia del Atlético de Madrid: "Cualquier día de estos voy a tirar de la manta"... No desespero, pero tengo la impresión de que es más sencillo que resucite uno de sus clientes habituales a que veamos, veinte años después, la manta de marras. Recuerdo que hace tres temporadas, cuando el Atlético luchaba por eludir el descenso, entrevisté a Cabeza: "El Atlético va a seguir en Primera División"... "¿Y eso?", le pregunté. "Ya lo verás. Tiempo al tiempo. Yo no hablo por hablar". Pues sí, hablaba por hablar. ¿Por qué? Porque en el fútbol, hablar sale gratis.

Como aquella vez que el Real Madrid tenía que ganar al Tenerife en el estadio Heliodoro Rodríguez López para llevarse la Liga. El Barcelona acechaba y, para meter presión, José Luis Núñez la tomó durante toda esa semana con Agustín, ex portero madridista. Luego hizo un partidazo. Lo paró todo. El Barcelona ganó el campeonato y Núñez le entregó a Javier Pérez, presidente tinerfeñista, la insignia de oro y brillantes del club. ¿Y Agustín? ¿Cómo se quedó Agustín? Núñez había usado como un cleenex al portero: le utilizó y le tiró. Fácil. ¿Por qué? Porque salía gratis.

Ahora se emplea el calificativo "atraco" para definir la actuación (muy mala, por cierto) del colegiado Alexis Pérez Pérez. Sin embargo, el error, en la misma jornada, de Medina Cantalejo en el derby vasco (y anteriores y sucesivos fallos que cometerán los árbitros) carecen del mismo eco, no tienen los mismos calificativos. El nefasto arbitraje de Pérez Pérez será utilizado, básicamente, por el barcelonismo para hacerle todo el daño posible al Real Madrid. ¿Por qué? Porque hacerlo así sale gratis.

La mejor Liga del mundo debería consensuar la creación de una especia de "Audiencia Nacional" futbolística. A Alfonso Cabeza no debería salirle gratis lo de la manta. Ni tampoco a José Luis Núñez lo de Agustín. Ni ahora a Jaime Ortí, o el año pasado a Joan Gaspart, lo del "atraco" del estadio Santiago Bernabéu. Porque, si no sucede nada, se estará dando por sentado que Agustín era un vendido, y que Pérez Pérez se equivocó en contra del Valencia porque Jorge Valdano le untó por debajo con una carretilla de millones. Suelen decir que "de fútbol y medicina, todo el mundo opina". Pero la honorabilidad de las personas no tiene nada que ver con el fútbol, ni tampoco con la medicina. Ni siquiera en el caso de que uno sea forense.

© www.libertaddigital.com 2001
Todos los derechos reservados

Titulares de Libertad Digital
Suscríbase ahora para recibir nuestros titulares cómodamente cada mañana en su correo electrónico. Le contamos lo que necesita saber para estar al día.

 &nbsp
!-->

En Deportes

    0
    comentarios