Hay unas cuantas diferencias entre el Ronaldo del Barcelona y el del Real Madrid. La más obvia de todas ellas es la edad. Otra es la lesión que el jugador sufrió en el Inter de Milán y que le tuvo dos años alejado de los terrenos de juego. Nada más salir de aquel túnel, Ronaldo fichó por el Madrid de forma que era imaginable que surgieran dudas sobre su total recuperación y sobre si sería el mismo futbolista que deleitó en el Camp Nou. Venía de ser el máximo goleador del Mundial, pero con Brasil jugando la final cualquier "nueve" –y espero que no suene a herejía– lo habría conseguido.
Hay otras circunstancias que distancian a aquel Ronaldo de este otro. Por ejemplo: cuando el del Barcelona arrancaba no daba la sensación, como sí sucede ahora, que fuera a desintegrarse por el camino o que la cadera se le fuera a salir en cualquier instante. Quizá sea también producto del "efecto psicológico" de la lesión italiana, pero cuando ahora Ronaldo le gana la espalda a la defensa y, con terreno por delante, encara al portero, todos pensamos "no llegará, no llegará", pero llega, vaya que sí llega.
Se ha analizado muy poco el fichaje de Ronaldo desde el punto de vista estrictamente deportivo, y es en ese punto –sólo en ese– en el que coincido con Valdano cuando dice que el "periodismo deportivo" se parece cada vez más a "Salsa Rosa". Se ha hablado del carnaval de Río de Janeiro, –al que, a pesar de los redoblados esfuerzos de la prensa deportiva catalana, finalmente no asistió– de su mujer, de sus salidas nocturnas y del sobrepeso... Y la calidad innata de Ronaldo ha ido saltando por encima de cada uno de los debates como si de una carrera de obstáculos se tratara. Al final sólo queda el gol, para el que este chico tiene un talento especial.
Entre el Ronaldo culé y el madridista hay pocas diferencias más. Aquel marcó catorce goles en la primera vuelta y éste ya lleva trece. Prometió veinticinco y yo creo que está en disposición de lograrlos. Aparcados los debates (también hubo un "iluminado" que dijo de Zidane que ralentizaba el juego del equipo) sólo queda el gol. El Real Madrid tiene una referencia clara y segura arriba y, cuando juega fuera del estadio Bernabéu, Ronaldo es un futbolista letal. Que se lo digan a Abelardo. Con Ronaldo en su equipo, Del Bosque puede jugar incluso a la contra. Eso no tiene precio. Y ahora que debatan sobre el carnaval de 2004. ¿Irá o no irá?
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