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Maite Nolla

Hablemos del jamón

Pasada la comedia, Rajoy sale beneficiado de lo que él quiere beneficiarse, que es cambiar de imagen en Cataluña. Otra cosa son los votos.

Aquí la única sociedad civil que se ha movilizado es la constituida por los periódicos abajofirmantes, con la administración de socia capitalista. La UTE que se ha creado para lo que ustedes pudieron leer el jueves ha conseguido una de las finalidades que buscaba: callar al PP. O darle una oportunidad, según se mire. El PP se atreve aún con declaraciones de Montilla o de Artur Mas. De aquella manera, aunque sea sólo para llenar una rueda de prensa, la señora Camacho o Dolors Montserrat hacen como que discuten con ellos; a veces. Luego se ofrecen a investir presidente a cualquiera de los dos, que para eso no tenemos manías.

Pero esto es diferente. Los autores del editorial sabían que el PP no se iba a atrever con ellos. Además, ante cualquier crítica pueden recurrir a la libertad de expresión. Y así ha sido. Comparen ustedes las declaraciones de González Pons, de Soraya, de Cospedal o de la señora Camacho, con lo que del editorial han dicho Vidal-Quadras, Arcadi Espada o lo que ha escrito Albert Boadella. En el caso de los primeros, lo mejor que se puede decir es que no tienen ni idea de lo que pasa en Cataluña o que les tiemblan las piernas. La señora Camacho dijo que había que hablar del paro y de la crisis. Comparen, comparen.

Pero lo peor ha sido lo de Mariano Rajoy: no tiene nada que decir. ¿Hablemos del jamón? ¿Del Tour 2010? Ya no digo que se metan con los nacionalistas que han firmado el asunto, pero ¿no tiene Rajoy nada que contestar a Carmen Chacón? ¿El recurso contra el estatuto es un recurso contra Cataluña, como dice la ministra-anuncio?

Mi opinión es que le están dando una oportunidad a Rajoy. Por supuesto, los que publicaron el editorial sabían de sobras cuál iba a ser la reacción de los demás. Es decir, una provocación se mire como mire. Cualquier crítica, por razonada y verdadera que sea, debidamente cocinada, es radical y extremista. Recordar que el dinero público sustenta a estos periódicos, que se están arrogando una representatividad que no tienen, que atribuyen cualidades personales a todo un colectivo y que protocolizan por escrito lo que llevan haciendo treinta años, es radical. Y frente a eso, Rajoy puede, como ha hecho, presentarse como un tipo moderado.

Desconozco si existe relación entre la publicación del editorial con la principal entrevista que Rajoy concedió hace unos días, con motivo de la celebración de la convención ideológica sin ideología, y que, casualmente, se dio a uno de los impulsores del tema. Pero, pasada la comedia, Rajoy sale beneficiado de lo que él quiere beneficiarse, que es cambiar de imagen en Cataluña. Otra cosa son los votos.

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