En ocasiones, parece como si los propios peruanos no quisiéramos que nuestro país llegara a salir de los abundantes problemas a los que nos enfrentamos, que nadie consciente de lo que ahí ocurre tiene interés por discutirlo. Esta corriente, que podríamos denominar del "cuanto peor, mejor" resulta cada vez más frecuente, seria y preocupante.
Probablemente, Toledo no es el mejor presidente que ha tenido el Perú, pero tampoco es el peor. Los peruanos olvidamos pronto. Si casi ya hemos olvidado las pillerías de delincuentes como Fujimori y Montesinos, ¿cómo no olvidar por lo que nos hizo pasar Alan García y cómo dejó al país? El líder aprista es la cabeza más poderosa y visible de la oposición, y poco a poco va tomando fuerza, apoyado inconscientemente por los que ahora hablan pero que no abrieron la boca durante ocho años de dictadura fujimorista. Ahora se pueden emitir opiniones adversas. Durante el régimen fujimorista, cualquier opinión en contra del Gobierno podía significar duras consecuencias, como un fuerte aumento en los impuestos sobre el papel, en el caso de los diarios, o en una dura persecución fiscal, en el caso de otros medios. ¡Y pensar que algunos incluso piden la vacancia de la presidencia!
Pero se trata ahora de rebuscar por todos lados algo que tenga que ver con Toledo para seguir el ataque. Un mínimo de optimismo no le haría nada mal al Perú, pero eso parece empresa imposible. Con todas las dificultades que tiene el país, uno de los temas más frecuentes en los titulares durante un año y medio largo ha sido la paternidad de una niña, no reconocida por el presidente Alejandro Toledo. El pasado viernes 18 de octubre fue la fecha escogida por el mandatario para poner fin a la historia, admitiendo ser el padre, reconociéndola legalmente, acordando indemnización y reconciliación. ¿Por qué Toledo decidió tomar esa determinación? Sea como fuere, lo importante es que lo ha hecho. Es verdad que debió hacerlo hace mucho tiempo, eso no lo discute nadie. Pero ahora lo critican porque la ha reconocido por razones políticas ¿En qué quedamos? ¿Querían el reconocimiento de una vez por todas o no? Posiblemente se han dado cuenta de que ya no tendrán una fuente de presión ¿Qué tema buscarán ahora?
El APRA inició a fines de septiembre una campaña para conseguir la interpelación del ministro de Economía, Javier Silva Ruete, para que explicara el rumbo económico del país. No hubo petición oficial, pero tampoco hizo falta. El propio ministro se ofreció a hacer la presentación. Y dejó a todos con la boca cerrada, por la buena exposición y por algunas cifras que sorprendieron a más de uno. Los resultados que presentó probaron que existen señales claras de reactivación económica. El crecimiento del PIB aumentó en un 3,8 por ciento en el mes de agosto, con un acumulado en los ocho primeros meses del año que llega al 4,1 por ciento, siendo este uno de los más altos que se han registrado en los últimos 20 años. Aunque les duela a muchos, resulta que la economía peruana es una de las más estables de la región. Mientras la devaluación entre enero y agosto ha sido en el Perú del 2,9 por ciento, esta ha llegado al 5,1 por ciento en México, 29,2 por ciento en Chile, 87,7 en Brasil, 111,8 en Venezuela y 275 en Argentina.
Finalmente, otro de los datos importantes para un país que busca cada día nuevos inversores extranjeros es el índice riesgo-país. El del Perú está en 854 puntos (dato del 15 de octubre) contra los 6510 de Argentina, 2176 de Brasil y 1980 de Ecuador. Vale decir además que en junio de este año la cifra estaba en 567 puntos pero las violentas manifestaciones de Arequipa en contra de la privatización de dos empresas hicieron que el índice se disparara. En cuanto a las reservas internacionales, éstas son las más altas desde hace mucho tiempo.
Estas cifras son buenas y nadie podrá decir lo contrario. Esto no significa que en el Perú todo vaya bien. Ni mucho menos. Los problemas siguen y la creación de empleo –uno de los principales reclamos– todavía es escasa. Pero después de lo presentado por el ministro, muchos tendrán que buscar nuevas razones para atacar a Toledo. Y el tema de la niña se ha resuelto. ¿Cuál será el próximo paso de un sector de la oposición?
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