Los republicanos no necesitan disfrazarse para Halloween este año. Están dando sustos de muerte a los seguidores de Barack Obama con su sola presencia. Cualquier cosa que dicen, visten o hacen provoca gritos instantáneos de "¡racismo!". ¿Si usted apoya o da pábulo a las críticas a Obama? ¡Usted es un racista!
¿Cuántos fantasmas raciales han descubierto los agentes o periodistas de Obama camuflados supuestamente de "lenguaje en clave"? Contémoslos:
– Durante el debate presidencial del martes, John McCain se refería a Obama como "ése." El agitador oficial de Obama, Bill Burton, enviaba rápidamente un correo electrónico de crítica a la prensa: "¿ John McCain sólo se refirió a Obama como ése?" Horror.
Siguiendo los pasos de Burton, los aterrorizados partidarios de Obama chillaban como adolescentes durante la proyección de la película El proyecto de la bruja de Blair. "Los matices raciales fueron sutiles pero inconfundibles", afirmaba Maya Wiley, representante del izquierdista Centro para la Inclusión Social. "McCain se apuntaba a la tendencia de superioridad de los votantes blancos. Fue una tentativa de otrorizar a Obama."
¿Otrorizar? Suena como algo que se hace a los neumáticos para preparar el invierno.
El profesor de lengua de la UC Berkeley, George Lakoff, también estaba asustado por el ése: "La formulación se encaminaba a decir: usted y yo estamos en el mismo barco, pero él es el extranjero".
Nota para McCain: la próxima vez, llámele "el único".
– Los partidarios de Obama de la página web Democratic Underground veían el fantasma del Ku Klux Klan en la chaqueta blanca del traje de Sarah Palin. Sí, la ropa blanca es igual a racismo.
"Palin va del blanco otra vez, espoleando a las masas racistas. Debería dejar de disimular y ponerse la capucha blanca y prender fuego a una cruz. Es un ser humano despreciable", se quejaba un póster de la página. "Gran Princesa del KKK", proclamaba otro. "Intentan enviar señales sutiles a su base rabiosa", afirmaba partidario de Obama.
Mi detector racial debe de estar averiado. No recibo ninguna señal. Si lleva medias blancas, bebe batidos de vainilla y se refiere a los agujeros negros del presupuesto, ¿a qué se está incitando? ¿Y qué hay de sus dientes blanco nuclear? Quizá también debería beber café –¡cuidado con la espuma!– para dejar de emitir más radiación racial.
– Tal paranoia no se limita a los estercoleros de Internet. A principio de esta semana, Associated Press publicaba un "análisis" acusando a Palin de introducir "tintes raciales" en la campaña al criticar a Obama por su larga relación con el terrorista de los Weather Underground, Bill Ayers. Los comentarios de Palin eran impecables: "Este hombre no ve a América como nosotros la vemos".
Yo veo a una candidata a la vicepresidencia con unos planteamientos distintos a los de sus rivales. Associated Press veía a Freddy Krueger con una horca y pintalabios: "Ya fuera intencionado o no por la campaña McCain, retratar a Obama como diferente es otro cebo potencial para el racismo. Sugiere que el cristiano de origen hawaiano no es, en el fondo, americano," vomitaba el artículo de AP.
Obama es medio negro. Ayers es blanco. Una de las víctimas de los Weather Underground fue el oficial de policía negro Waverly Brown. ¿Donde se pueden comprar las gafas de rayos X que pueden distinguir el racismo en los comentarios de Palin en torno a la alianza Obama-Ayers?
– Tendré que hacerme con unas de esas gafas de cristales color histérico que usa Karen Tumulty en Time. La periodista descubre ramalazos racistas en la reciente crítica de McCain a Obama por pedir consejo al corruptócrata de Fannie Mae, Franklin Raines. "Siniestras imágenes de dos hombres negros, seguidos de una mujer blanca anciana de aspecto vulnerable", acusaba Tumulty en una entrada de blog titulada "McCain juega la baza racial".
Esto... "¿siniestras?". Las fotografías del anuncio de Obama y Raines son fotografías normales: algunas con expresiones sobrias, otras sonriendo. El hecho de que Tumulty las percibiera como "siniestras" sugiere que debería hacerse un examen de auto-racismo antes de diagnosticar a los demás.
De manera similar, el secretario demócrata en el Senado, Harry Reid, reproducía los comentarios de Tumulty acerca de las andanadas de la campaña McCain contra Obama/Raines: "La única conexión que la gente puede plantear entre Raines y Barack Obama es que ambos son afroamericanos, aparte de eso no hay nada más".
El Washington Post informaba que la oficina de Obama llamó por teléfono a Raines para pedirle consejo inmobiliario y que siguió sus indicaciones. ¿Forma parte también el periódico de la confabulación de racistas encapuchados McCain/Palin?
Los cazadores de brujas de Obama tienen que andarse con cuidado. Cuando hay racismo a la vuelta de cada esquina, nadie está libre de tirar la primera piedra.