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Víctor Llano

Castro está malito

Como ya adelantó Libertad Digital el sábado 21 de diciembre, por primera vez en veinticinco años, Fidel Castro no pudo asistir a la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular. El propio coma-andante asegura en una nota dirigida a sus diputados que, “debido a una pequeña lesión accidental en la pierna izquierda, con inflamación y otros riesgos teóricos, la tiranía médica me ha impuesto el terrible castigo de guardar reposo por tres o cuatro días”. El mandatario añadió que su ausencia carece en sí de importancia, pero que, por constituir algo inusual, se ve obligado a explicar el motivo de la misma.

Quizás –aunque sea sólo por esta vez– la información que ha difundido la presidencia comunista sea cierta y la dolencia carezca de relevancia; no obstante, llama la atención que sea el propio Castro quién supuestamente firme la carta en la que se dan tantas explicaciones. Si efectivamente no le ocurre nada grave, ¿por qué muestran tanto empeño en desmentirlo?

Su última aparición pública se produjo el martes 17 de diciembre, cuando asistió a la inauguración de una exposición de pintura en la Plaza de la Robolución. Fidel Castro es un anciano que cumplió 76 años el pasado 13 de agosto y que, según aseguran muchos de sus antiguos amigos, ha sufrido varios derrames cerebrales. El 23 junio del año 2001 se desmayó mientras hablaba en un acto público celebrado en El Cotorro, un barrio de las afueras de La Habana. Desde entonces, los rumores sobre su salud se han multiplicado y los cubanos observan con gran atención su deterioro físico. Todas sus víctimas se preguntan en estos momentos hasta dónde pueden llegar lo que su verdugo ha calificado como “riesgos teóricos”.

¿Por qué habla Payá de perdonar los crímenes de ambos bandos? El último premio Sajarov no deja de sorprendernos negativamente. El disidente cubano aseguró al Nuevo Herald que “la justicia mayor que se podría hacer en Cuba, sería no la de juzgar los crímenes, que son muchos, y de ambos bandos, sino crear un movimiento de perdón, que no significaría justificar estos delitos”.

Cuando leímos estas declaraciones nos costó tanto creerlas que pensamos se había producido un error de transcripción; sin embargo, Juan Carlos Idagoldi, corresponsal del diario estadounidense en Madrid, nos confirmó que lo que publicó se correspondía con lo que le había dicho el líder del Movimiento Cristiano de Liberación.

Nadie le niega al impulsor del Proyecto Varela el derecho de perdonar a quien le plazca, faltaría más; lo que ya nos resulta incomprensible es que hable de dos bandos. En Cuba no existen dos bandos; sólo hay víctimas y verdugos. Payá puede perdonar a los últimos aunque éstos se empeñen en esclavizarle, pero dudamos que los primeros necesiten de su indulgencia. ¿Qué crímenes han cometido los que sufren la tiranía? El último premio Sajarov necesita descansar y encontrar un tiempo para la reflexión. Nos sigue pareciendo un héroe, pero no entendemos por qué se empeña en abrazar a las farolas. No se puede estar con todos al mismo tiempo.

Por un cambio digno y verdadero Según ha podido saber Libertad Digital, el grupo de Organización y Coordinación de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba, ha decidido nombrar socios de honor a todos los presos de conciencia, que –desde una cárcel cubana y por medio de una carta– han solicitado formar parte de esta Asamblea que agrupa a 352 organizaciones.

A continuación reproducimos la misiva a la que ha tenido acceso este periódico.

A la Asamblea Democrática para promover la sociedad civil en Cuba:
Quienes suscriben, prisioneros políticos cubanos confinados en la prisión Combinado del Este, queremos hacer llegar a esta asamblea todo nuestro respaldo y apoyo. Su iniciativa la consideramos seria, objetiva y procedente, para luchar por los derechos humanos y la democratización de nuestra patria.

Los autores del presente escrito, miembros todos del glorioso presidio político “Pedro Luis Boitel”, encarcelados por el sólo hecho de procurar la libertad y la felicidad para nuestro pueblo, pedimos a los patrocinadores de tan importante proyecto nuestra inclusión en el mismo, para desde nuestra modesta y limitada condición de presos, contribuir en dicha iniciativa. Queremos además solicitar a todos los prisioneros políticos cubanos y a todas las organizaciones de la oposición interna, que también den su apoyo a esta Asamblea.

Compatriotas: el momento es crucial. Es hora de unir voluntades y sumar esfuerzos para acelerar la ansiada transición democrática que requiere nuestra patria; recrear de una vez y por todas la sociedad civil y el estado de derecho, así como los valores democráticos y morales ultrajados desde hace más de cuatro décadas por un gobierno totalitario cuyo único legado ha sido la infelicidad de los cubanos.

Abogamos por un cambio pacífico, pero digno y verdadero, sin medias tintas, ni humillantes concesiones al opresor. Como escribió José Martí: “El hombre que clama vale más que el que suplica, el que insiste hace pensar al que otorga, los derechos no se piden, se toman, se arrancan, no se mendigan”.

Desde la prisión Combinado del Este. Ciudad Habana - Cuba.
Rafael Ibarra –Carlos Oquendo –Arturo Suares –Rolando Lorenzo García –Santiago Padrón –Máximo Pradera Vaidez –Francisco Celpa Lugones –José Luis Garcías Pérez –Leonardo Rodríguez –Josvani Hernández y Noel Seja.


No llega el petróleo Carlos Ortega, líder de la oposición venezolana, asegura que dos ciudadanos cubanos, Arturo Escobar y Carlos Valdez, asesoraron a Chávez en las acciones que realizó la Armada para intervenir cinco buques petroleros anclados en apoyo de la huelga general. Ortega también pidió al embajador de Castro en Caracas que “no metiera las narices en su país”. Según el opositor venezolano, “Germán Sánchez está participando activamente en asuntos políticos internos”.

A la tiranía cubana no le queda más remedio que ayudar al que se dice bolivariano. Gracias a él han conseguido abastecerse de petróleo y financiar la represión. Aunque quizás muy pronto tengan que renunciar al que puede resultar su último recurso. O cambian mucho las cosas en Venezuela o a Fidel Castro le va a resultar muy difícil seguir contando con el regalo de su compadre. Desde hace dos semanas no llega una gota de crudo venezolano a la prisión grande. Según Carlos Lage, vicepresidente castrista, “se trata de una situación de emergencia excepcional, determinada por las dificultades que atraviesa Venezuela como consecuencia de las acciones desestabilizadoras de la oposición fascista”. A los tiranos caribeños les sobran los motivos para estar preocupados. No desconocen que la situación que se vive en Venezuela no tiene nada de excepcional; sin embargo, también ellos, como sus víctimas, confunden sus deseos con la realidad. Quizás Castro no esté seriamente enfermo, pero no le faltan pretextos para quedarse en la cama y tomar ansiolíticos.

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