Concluyeron en Tailandia (por cierto, con una fácil goleada por 3-0 ante la selección de futbolistas de aquel país) el nuevo "Tour Mundial" del Real Madrid Club de Fútbol, por un lado, y la gira personal del icono David Beckham por el otro. Puede que el jugador inglés haya dejado de ser la imagen de las campañas publicitarias de Vodafone, pero resulta innegable que, en lo que a cuestiones de marketing y comunicación de masas se refiere, continúa dejando en mantillas a cualquiera de sus compañeros de profesión. Y cuando digo "cualquiera" estoy pensando, por ejemplo, en Ronaldinho, Ronaldo, Sevchenko, Robinho, Zidane o Cristiano Ronaldo por citar sólo algunos ejemplos de futbolistas profesionales con un tirón mediático fuera de lo normal.
En 2002, Ellis Cashmore analizó la evolución del "fenómeno Beckham" y cómo pasó éste a convertirse finalmente en una "celebridad global": "Manchester United resuena como un trueno en el imaginario colectivo, como un club, una cultura, una corporación, un negocio, una industria, una marca y quizás para algunos incluso como una filosofía. ¿Podría cualquier otro club haber servido de escaparate a Beckham de forma más efectiva o más memorable? Probablemente el único es el Real Madrid"... Seguramente llegó un punto en que el propio Beckham siguió idéntico hilo argumental, llegando a la misma conclusión que Cashmore: es probable que en el mundo hubiera otros clubes de fútbol tan apetecibles, deportivamente hablando, como "su" Manchester United, pero ninguno, salvo quizás el Real Madrid, podría facilitarle una plataforma mediática tan importante. Y eso lo sabía también Florentino Pérez.