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Jorge Valín

El crack de 2008

¿Tiene sentido un declive bursátil duradero con esta alta rentabilidad? Si sucediera, creo que sería la primera vez. Aún estamos en época de resultados empresariales en Estados Unidos y, exceptuando los bancos, las empresas están sacando buenos datos.

Pues no empezó con muy buen pie la bolsa esta semana. La debacle bursátil del lunes ha dejado más nerviosos a los analistas e inversores de lo que ya estaban. La gran duda que quita el sueño a todos ahora es si este crack ha sido como los del 87 y 98, o más bien un posible cambio de tendencia.

La mayoría de analistas apuntan a una caída puntal del mercado para después recuperar la tendencia alcista (la iniciada en 2003 ya se ha perdido). Los pesimistas, por llamarles de alguna forma, afirman que esta bajada sólo es la punta del iceberg, que nos esperan unos cuantos años de bolsa bajista. Será algo similar a lo que ocurrió en el periodo 2000–2003. El principal argumento de los "pesimistas" se basa en la situación económica: el hundimiento inmobiliario, la crisis crediticia, las malas perspectivas sobre la inflación o la fuerte alza en los primeros escenarios productivos, como el de las materias primas, que suelen avecinar crisis.

Hay unos cuantos puntos que chocan fuertemente con la visión de los pesimistas. Si observamos los fundamentales de la bolsa española nos llama la atención que el Ibex, por ejemplo, tenga un PER estimado para el 2008 de 10. El de 2007 es casi de 12. Si nos miramos la banca por ejemplo, el PER estimado aún es más bajo, del 8,3 (el PER, cuanto más bajo, mejor). El yield del sector bancario es muy positivo, está al 6,1%. ¿Tiene sentido un declive bursátil duradero con esta alta rentabilidad? Si sucediera, creo que sería la primera vez. Aún estamos en época de resultados empresariales en Estados Unidos y, exceptuando los bancos, las empresas están sacando buenos datos. En España se empiezan a publicar ahora y es muy pronto para decir nada, pero los resultados de las pocas compañías que los han presentado ya son positivos.

Hagamos una mirada atrás, concretamente, a las crisis del 87 y 98. Ambas crisis tienen el mismo patrón de actuación que el crack del lunes. Fuertes desplomes bursátiles y carrerones alcistas en los meses siguientes. Siguiendo a Dow, las fases alcistas tiene tienen tres fases. Una, la de inicio de tendencia alcista. Segunda, la de consolidación y la tercera, la que podríamos llamar coloquialmente especulativa, donde todo sube independientemente de la situación económica o estado financiero de las empresas. Todo sea dicho de paso, estas teorías predictivas, que no son más que meros pasatiempos para economistas curiosos, se cumplen desde que se emite papel moneda respaldado por "fino aire", principal causa de estos violentos ciclos.

Volviendo al tema. Mirándonos detalladamente la situación, no parece que hayamos llegado aún a esta tercera fase de Dow. Normalmente, en las últimas fases alcistas hay una brusca interrupción a la baja que indica el inicio de otro subciclo. El fin del ciclo alcista suele ocurrir dos años después de estas abruptas bajadas que identificamos como cracks. Podríamos estar muy bien en esta situación ahora mismo. Si es así, y a juzgar por los anteriores cracks, exceptuando el del 2001 que tiene otros tintes y ya se produjo en plena fase bajista del mercado bursátil, la bolsa española a finales de este año recuperaría los máximos y dentro de un par de años más alcanzaría nuevos máximos. A partir de entonces empezaría el ciclo bajista, algo que también viene a coincidir con la teoría de Benner (que sólo ha fallado dos veces en los últimos 100 años). ¿Significa esto que la economía para los particulares mejorará? No tiene por qué. Esta es otra guerra.

Sea cuál sea el camino que tome la bolsa, una cosa parece muy probable. Empíricamente, estas fuertes bajadas dejan al mercado tocado y le cuesta mucho recuperar la normalidad. El mes de febrero parece que se va a caracterizar por fuertes subidas y bajadas. Puede que ni siquiera hayamos visto los mínimos de la bolsa. El mes crucial será marzo. Para entonces ya veremos claro si la debacle se nos viene encima o aún podemos arañar un par de añitos más. Mientras tanto sigamos el dicho bursátil que suelen repetir los day traders en situaciones como la actual: "si no sabes qué hacer, vete a pescar".

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