L D (EFE) El corredor belga invirtió en los 259 kilómetros 6 horas, 27 minutos y 31 segundos; mismo tiempo que Hincapie y Flecha; mientras que el ganador del pasado año, el sueco Magnus Backstedt, que defendía el título, tuvo que conformarse con el cuarto puesto con un retraso de un minuto y nueve segundos. La escapada que resultó ser la buena llegaba a falta de unos ochenta kilómetros para el final, tras haberse superado la totalidad de los "muros", varios kilómetros de pavés, pero como marca la tradición en la historia de la carrera fueron los altos de La Carrefour, Gruson, Hem y la entrada de Roubaix los que decidieron.
El encargado de romper la carrera fue el español Flecha. Hizo una primera selección en la que entraron media docena más de corredores(Boonen, Backstedt, Hincapie, Van Bon, Michaelsen y Cancellara). Fue a falta de una veintena de kilómetros cuando quedaban al frente de la carrera Boonen, Hincapie y Flecha. Buen entendimiento en el trío; mientras que en el grupo perseguidor, en el que estaban Backstedt y Van Bon entre otros, pues Cancellara quedaba descolgado debido a un avería mecánica.
Flecha impuso su ritmo en las partes más complicadas, en las que la bicicleta suele bailar y hay que apretar las manos en el manillar. En la parte final la experiencia marcó el desenlace de la centésima tercera edición de la París-Roubaix. Ninguno de los tres quiso asumir la responsabilidad en el vetusto velódromo de Roubaix. Mucho respeto y cansancio, especialmente en Flecha, algo que observó Boonen para aguantar en el primer paso por la línea de meta y luego lanzar un ataque al que no pudieron responder su compañeros de fuga. La próxima carrera del calendario UCI ProTour es la clásica holandesa Amstel Gold Race, que se disputará el día 17 de abril.