L D (EFE) Trichet hizo esas manifestaciones ante el Tribunal Correccional de París, donde comenzó el pasado día 6 el juicio sobre el supuesto maquillaje de las cuentas del Crédit Lyonnais a principios de la década de la pasada década. La comparecencia de Trichet, que dirigió el Tesoro entre 1987 y 1993 y está acusado de complicidad de difusión de informaciones falsas al mercado y de publicación de cuentas sociales, era muy esperada, pues de su situación judicial depende en gran medida su eventual promoción a la presidencia del BCE en julio próximo.
El presidente de Crédit Lyonnais en la época de los hechos juzgados, Jean-Yves Haberer, contaba con "la plena confianza del Gobierno" socialista y cuando "definió su estrategia fue aprobada plenamente por el Ejecutivo", subrayó Trichet. "Nosotros -en alusión al Tesoro- estábamos inquietos y teníamos miedo de la estrategia audaz que había sido puesta en marcha" por los dirigentes de Crédit Lyonnais.
En su descarga y en la del entonces representante del Tesoro para el asunto del Crédit Lyonnais, Jean-Pascal Beaufret, que también se sienta en el banquillo junto a otros siete acusados, Trichet señaló que "habíamos recomendado en varios informes al ministro de Finanzas (de la época) que no lo hiciera (apoyar los planes del banco) porque considerábamos esas operaciones demasiado audaces". Pese a esas "llamadas de atención" sobre la estrategia del banco, Trichet aseguró que nunca dudó de la sinceridad de sus cuentas.
Los acusados en este asunto, varios de ellos destacadas figuras de la banca, están bajo la sospecha de haber contribuido de una forma u otra a tapar entre 1991 y 1993 la magnitud del agujero del entonces banco público.
El presidente de Crédit Lyonnais en la época de los hechos juzgados, Jean-Yves Haberer, contaba con "la plena confianza del Gobierno" socialista y cuando "definió su estrategia fue aprobada plenamente por el Ejecutivo", subrayó Trichet. "Nosotros -en alusión al Tesoro- estábamos inquietos y teníamos miedo de la estrategia audaz que había sido puesta en marcha" por los dirigentes de Crédit Lyonnais.
En su descarga y en la del entonces representante del Tesoro para el asunto del Crédit Lyonnais, Jean-Pascal Beaufret, que también se sienta en el banquillo junto a otros siete acusados, Trichet señaló que "habíamos recomendado en varios informes al ministro de Finanzas (de la época) que no lo hiciera (apoyar los planes del banco) porque considerábamos esas operaciones demasiado audaces". Pese a esas "llamadas de atención" sobre la estrategia del banco, Trichet aseguró que nunca dudó de la sinceridad de sus cuentas.
Los acusados en este asunto, varios de ellos destacadas figuras de la banca, están bajo la sospecha de haber contribuido de una forma u otra a tapar entre 1991 y 1993 la magnitud del agujero del entonces banco público.