L D (EFE) Si Yago Lamela hubiera conquistado el título mundial de longitud, en lugar de la medalla de bronce, el equipo español habría cuajado, en conjunto, la mejor actuación de su historia en los Mundiales, aun cuando por debajo del nivel medio asomaran cabos sueltos. El presidente de la Federación Española, José María Odriozola, optimista irreprimible, fijó sus objetivos en superar el récord de medallas, que estaba en las cinco de Stuttgart 93 y Atenas 97, y en llegar a los 17 finalistas (clasificados entre los ocho primeros) de Edmonton. Frente al escepticismo general, volvió a ser quien más cerca estuvo del acierto.
La sensación imperante en el equipo, sin embargo, era de cierta decepción hasta la penúltima jornada. España había ganado tres medallas, pero Paquillo Fernández y Yago Lamela, los favoritos en 20 km. marcha y longitud, hubieron de conformase con las medallas de plata y bronce. Fue precisamente un bronce, el de Eliseo Martín en 3.000 m. obstáculos, la medalla que mejor regusto había dejado entre los españoles. El podio que anduvieron buscando los históricos Domingo Ramón y Paco Sánchez Vargas, y más recientemente Luismi Martín y Antonio Jiménez, lo encontró el atleta de Monzón con 29 años.
La jornada del último sábado, sin embargo, devolvió a España a la senda del éxito con dos platas de altísima ley, la de Julio Rey en maratón y la de Marta Domínguez en 5.000 metros. Eliseo Martín, Julio Rey y Marta Domínguez exhibieron en París la bravura que caracterizó al equipo español en los Mundiales de Edmonton 01 y la impresión general cambió de signo. París también había sido un éxito para el equipo.
Pero el récord igualado de medallas no alcanza a tapar los fracasos de Manuel Martínez y de los representantes de 1.500 metros. El capitán, que se presentaba como campeón mundial en pista cubierta, cayó en la ronda de calificación, y los mediofondistas, con la única excepción de Reyes Estévez. Juan Carlos Higuero, campeón de España de 1.500, volvió a fracasar en alta competición y Roberto Parra, en el año de su consolidación en la nueva distancia, pudo comprobar que hacer su mejor marca (3:35.02) no le sirvió más que para ser undécimo. Las chicas del 1.500 tampoco estuvieron finas en la final, pero decepcionó, sobre todo, la tarraconense Natalia Rodríguez, que este año supo lo que es ganar en Europa ante las mejores del mundo. La catalana achacó su fracaso a una amigdalitis contraída en París.
Ruth Beitia, la primera española que salta dos metros, estuvo mejor en la calificación que en la final. Su undécimo puesto debe ser el punto de partida para la temporada olímpica. El equilibrio entre hombres y mujeres, que parecía a punto de alcanzarse en el atletismo español, volvió a romperse en favor de la rama masculina, que conquistó cuatro de las cinco medallas. Sólo Marta Domínguez mantuvo el tipo. Glory Alozie, corta de preparación por una lesión, se quedó a las puertas del podio.
La sensación imperante en el equipo, sin embargo, era de cierta decepción hasta la penúltima jornada. España había ganado tres medallas, pero Paquillo Fernández y Yago Lamela, los favoritos en 20 km. marcha y longitud, hubieron de conformase con las medallas de plata y bronce. Fue precisamente un bronce, el de Eliseo Martín en 3.000 m. obstáculos, la medalla que mejor regusto había dejado entre los españoles. El podio que anduvieron buscando los históricos Domingo Ramón y Paco Sánchez Vargas, y más recientemente Luismi Martín y Antonio Jiménez, lo encontró el atleta de Monzón con 29 años.
La jornada del último sábado, sin embargo, devolvió a España a la senda del éxito con dos platas de altísima ley, la de Julio Rey en maratón y la de Marta Domínguez en 5.000 metros. Eliseo Martín, Julio Rey y Marta Domínguez exhibieron en París la bravura que caracterizó al equipo español en los Mundiales de Edmonton 01 y la impresión general cambió de signo. París también había sido un éxito para el equipo.
Pero el récord igualado de medallas no alcanza a tapar los fracasos de Manuel Martínez y de los representantes de 1.500 metros. El capitán, que se presentaba como campeón mundial en pista cubierta, cayó en la ronda de calificación, y los mediofondistas, con la única excepción de Reyes Estévez. Juan Carlos Higuero, campeón de España de 1.500, volvió a fracasar en alta competición y Roberto Parra, en el año de su consolidación en la nueva distancia, pudo comprobar que hacer su mejor marca (3:35.02) no le sirvió más que para ser undécimo. Las chicas del 1.500 tampoco estuvieron finas en la final, pero decepcionó, sobre todo, la tarraconense Natalia Rodríguez, que este año supo lo que es ganar en Europa ante las mejores del mundo. La catalana achacó su fracaso a una amigdalitis contraída en París.
Ruth Beitia, la primera española que salta dos metros, estuvo mejor en la calificación que en la final. Su undécimo puesto debe ser el punto de partida para la temporada olímpica. El equilibrio entre hombres y mujeres, que parecía a punto de alcanzarse en el atletismo español, volvió a romperse en favor de la rama masculina, que conquistó cuatro de las cinco medallas. Sólo Marta Domínguez mantuvo el tipo. Glory Alozie, corta de preparación por una lesión, se quedó a las puertas del podio.