(Libertad Digital) Fuentes de la Delegación del Gobierno en Madrid confirmaron a la redacción de Libertad Digital la "preocupación" del delegado, Francisco Javier Ansuátegui, por los "dramas personales" que causa la inmigración.
Con respecto a la situación concreta de los cubanos que llegan a España y no pueden regresar a su país de origen, como denunció Libertad Digital a través del caso de un ex alto funcionario del régimen castrista, las mismas fuentes afirmaron que en general estos casos se tratan con "delicadeza" y, tras "esperar un plazo razonable", generalmente "se resuelven a favor" del inmigrante.
A la Delegación del Gobierno, según explicaron dichas fuentes, le constan "las circunstancias especiales" de los cubanos, hasta el punto de que, según confesaron, el propio delegado del Gobierno celebra reuniones habituales con representantes del exilio en España y conoce cómo es su vida aquí, las "penurias" que pasan muchos hasta que consiguen regularizar su situación y la "desazón" que les entra cuando descubren que el procedimiento para obtener un permiso de trabajo y residencia "es lento".
Sin embargo, las mismas fuentes explicaron que en la Delegación "entendemos las especialísimas condiciones" de los cubanos y, generalmente, "hacemos las cosas bien". Asimismo, y sin tratar de comparar a los cubanos con los inmigrantes de otros países, subrayan que "este colectivo tiene las mejores características", ya que "se integra con facilidad" y, en general, "están muy preparados". Según las fuentes consultadas por Libertad Digital, "hasta desde un punto de vista egoísta para España nos interesa mucho que los cubanos se integren" porque "son gente muy valiosa".
No obstante, las mismas fuentes afirmaron, para dar a entender la magnitud del trabajo que llevan a cabo con respecto a la inmigración, que en Madrid hay alrededor de 630.000 extranjeros, aproximadamente un 10 por ciento de la población total en la Comunidad autónoma, de los cuales están como ilegales unos 250.000. Todos estos casos, dijeron desde la Delegación del Gobierno, son generalmente "dramas personales a los que tenemos que dar una solución", que "desgraciadamente no son siempre favorables" para el inmigrante.