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Ruanda recuerda a las 937.000 personas asesinadas durante las matanzas de 1994

Ruanda ha dado inicio, con la inauguración del Memorial Nacional de Gisozi, a los ceremoniales conmemorativos del décimo aniversario del genocidio perpetrado contra los tutsis. Al acto han asistido numerosos jefes de Estado africanos y representantes diplomáticos, así como un centenar de supervivientes de las matanzas.

Ruanda ha dado inicio, con la inauguración del Memorial Nacional de Gisozi, a los ceremoniales conmemorativos del décimo aniversario del genocidio perpetrado contra los tutsis. Al acto han asistido numerosos jefes de Estado africanos y representantes diplomáticos, así como un centenar de supervivientes de las matanzas.
L D (EFE) Más de un centenar de supervivientes se han congregado desde primeras horas de la mañana de este miércoles en el Memorial Nacional del Genocidio de Gisozi. Portaban ramos de flores y fotografías de sus seres queridos asesinados durante las matanzas de 1994.

Poco después de las 9.20 horas (7.20 GMT) llegó el presidente ruandés, Paul Kagame, al que siguieron los gobernantes de Etiopía, Kenia, Burundi, República Democrática del Congo, Uganda y Sudáfrica. También acudió una delegación de Bélgica –encabezada por el primer ministro, Guy Verhofstadt, y tres miembros de su Gabinete–, antigua potencia colonial, que en 1994 perdió a diez cascos azules integrantes de la misión que la ONU desplegó en Ruanda.

Mientras un coro entonaba solemnes cánticos en kinyarwanda –el idioma local–, 20 féretros, en representación simbólica de todas la víctimas, fueron transportados hasta una de las tumbas colectivas construidas en el Memorial. Acto seguido se les dio sepultura. Una vez cerrada la tumba, el presidente ruandés y los mandatarios presentes depositaron ramos de flores sobre ésta y rezaron una oración por las víctimas.

A continuación Kagame recibió, de manos de una niña superviviente del genocidio, una antorcha, con la cual prendió una llama conmemorativa que se mantendrá encendida durante cien días, el mismo número de jornadas que duraron las matanzas de tutsis –grupo minoritario en el país– y hutus políticamente moderados.

El Memorial de Gisozi está compuesto por una exposición permanente sobre la historia de Ruanda y del genocidio, un jardín para la reflexión y varias hileras de tumbas colectivas. Se prevé que en éstas reposen los restos de las cerca de 250.000 personas que perdieron la vida sólo en la capital, Kigali.

Miles de ellas ya han sido enterradas en el lugar, pero la continua aparición, incluso diez años después, de fosas comunes harán llegar muchos más cadáveres en las próximas semanas.
Jornada de Reflexión Nacional
 
Los actos conmemorativos continuaron con una ceremonia en el estadio de Kigali. Varias personas prorrumpieron en llantos y tuvieron que ser evacuadas por miembros de la Cruz Roja.

A lo largo de esta Jornada de Reflexión Nacional se han guardado también tres minutos de silencio en recuerdo las víctimas de las matanzas. Asimismo, se han programado rezos, recitales y discursos. Por su parte, la ONU ha declarado el 7 de abril "Día Internacional para la reflexión sobre el genocidio".

El genocidio ruandés comenzó horas después de la muerte, el 6 de abril de 1994, del presidente Juvenal Habyarimana, de etnia hutu, cuyo avión fue derribado cuando se aproximaba al aeropuerto de Kigali. Desde entonces, y a lo largo de tres meses, 937.000 tutsis y hutus moderados, según el último censo del Gobierno, fueron exterminados por grupos armados, soldados del Ejército y la propia población civil, alentada por la radio extremista Mil Colinas y por líderes locales.
 
Kagame acusa a Francia de amparar a los genocidas

Entre tanto, Paul Kagame ha dicho este miércoles que Francia diseñó en 1994 una "estrategia deliberada para proteger a los asesinos y no a las víctimas".
 
"No me importan las amenazas e intimidaciones, reitero que Francia armó y entrenó a milicias y soldados (y sabía) que cometerían un genocidio. Es la amarga verdad", afirmó el mandatario ruandés ante la multitud congregada en el estadio de Kigali.
 
"Posteriormente –agregó–, Francia diseñó deliberadamente una estrategia que sirvió para proteger a los asesinos y no a la población". Kagame aludía así a la Operación Turquesa, aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU el 22 de junio del 94 y a la que Francia aportó 2.500 soldados, desplegados en misión humanitaria.
 
Las voces críticas de aquella operación sostienen que facilitó la salida hacia Zaire (la actual República Democrática del Congo) de muchos planificadores y ejecutores del genocidio. Éstos eran elementos extremistas del régimen de Habyarimana, de quien Francia era firme aliado.
 
París siempre ha negado su implicación en el genocidio.

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