L D (EFE) Marín hizo estas consideraciones durante su intervención en el curso de la Universidad Complutense "Parlamento, elecciones y medios de comunicación", organizado por la Asociación de Periodistas Parlamentarios. Según el presidente de la Cámara Baja, las mayorías a las que tienen que aspirarse para poder llevar a cabo modificaciones en la Constitución no deben limitarse a las que ésta recoge para que salgan adelante, y al hilo de ello agregó que cualquier reforma pasa "necesariamente" por un pacto entre el PSOE y el PP.
Destacó que "se hace mal" en estar "sistemáticamente" reflejando la "lógica política de si se puede o no se puede hacer esto o hacer lo otro, en función de las mayorías establecidas", de las cuales "nos deberíamos olvidar" a la hora de acometer temas de tan gran calado como una reforma constitucional.
Marín distinguió las propuestas de reforma "pacíficas" planteadas por el Ejecutivo, como la eliminación de las diferencias entre hombre y mujer para acceder a la Corona, la inclusión de la denominación de las comunidades autónomas en el texto constitucional, la incorporación a éste de la Constitución Europea, de la que puede resultar más polémica, como la reforma del Senado. Para esta última insistió en que es "esencial" ese acuerdo entre populares y socialistas.
También se refirió a la oportunidad de acometer definitivamente la reforma del Reglamento del Congreso, pues consideró que "no se ha adaptado a la evolución de la sociedad española". Marín atribuyó los fracasos en los anteriores tres intentos de reforma reglamentaria a que el Congreso "siempre se ha utilizado como el ajuste fino o grosero de la falta de entendimiento político entre quien gobernaba y quien estaba en la oposición". Precisó que “lo hizo Felipe González con José María Aznar, y éste hizo lo propio con Borrell, Almunia y por último, José Luis Rodríguez Zapatero", y expresó su deseo de que en esta legislatura sea finalmente posible ese acuerdo.
Destacó que "se hace mal" en estar "sistemáticamente" reflejando la "lógica política de si se puede o no se puede hacer esto o hacer lo otro, en función de las mayorías establecidas", de las cuales "nos deberíamos olvidar" a la hora de acometer temas de tan gran calado como una reforma constitucional.
Marín distinguió las propuestas de reforma "pacíficas" planteadas por el Ejecutivo, como la eliminación de las diferencias entre hombre y mujer para acceder a la Corona, la inclusión de la denominación de las comunidades autónomas en el texto constitucional, la incorporación a éste de la Constitución Europea, de la que puede resultar más polémica, como la reforma del Senado. Para esta última insistió en que es "esencial" ese acuerdo entre populares y socialistas.
También se refirió a la oportunidad de acometer definitivamente la reforma del Reglamento del Congreso, pues consideró que "no se ha adaptado a la evolución de la sociedad española". Marín atribuyó los fracasos en los anteriores tres intentos de reforma reglamentaria a que el Congreso "siempre se ha utilizado como el ajuste fino o grosero de la falta de entendimiento político entre quien gobernaba y quien estaba en la oposición". Precisó que “lo hizo Felipe González con José María Aznar, y éste hizo lo propio con Borrell, Almunia y por último, José Luis Rodríguez Zapatero", y expresó su deseo de que en esta legislatura sea finalmente posible ese acuerdo.