L D (EFE) Poco antes de las 17.00 horas de este lunes salió de la vivienda familiar, en la localidad valenciana de Fortaleny, el féretro con los restos mortales de Tomás Catalán, llevado a hombros por diversos agentes de la Guardia Civil y compañeros de la Policía Local de Sueca.
Catalán, de 35 años, casado y con una hija de 3 años, cayó abatido poco antes de las 22.00 horas del sábado al bajar del coche patrulla en el que acudió al número 17 de la calle Alfonso el Magnánimo de Sueca, donde un hombre atrincherado en su domicilio y armado con una escopeta de caza amenazaba con quitarse la vida al creer que su esposa le había sido infiel.
Desde primeras horas de la tarde, decenas de coronas de flores mostraban el pesar de familiares, compañeros y autoridades frente a la vivienda donde se velaba el cadáver. Una vez salió el ataúd, los cientos de personas asistentes al funeral formaron un gran pasillo, al frente del cual se situaron numerosas parejas de guardias civiles y agentes de la Policía Local de Sueca y localidades colindantes, con el uniforme de gala y con más coronas de flores.
Los familiares de Tomás Catalán fueron detrás del féretro durante los poco más de quinientos metros que separan la vivienda familiar de la iglesia de San Antonio Abad de Fortaleny, adonde llegó a las 17.00 horas. Campanas tocando a duelo y coros religiosos recibieron el ataúd del agente, cubierto por una bandera y la gorra de su uniforme como Policía Local de Sueca, antes de que se oficiase el funeral.
Tomás Catalán recibirá la medalla al mérito policial a título póstumo que concede la Generalitat Valenciana, según anunció el conseller de Justicia y Administraciones Públicas, Miguel Peralta.
Catalán, de 35 años, casado y con una hija de 3 años, cayó abatido poco antes de las 22.00 horas del sábado al bajar del coche patrulla en el que acudió al número 17 de la calle Alfonso el Magnánimo de Sueca, donde un hombre atrincherado en su domicilio y armado con una escopeta de caza amenazaba con quitarse la vida al creer que su esposa le había sido infiel.
Desde primeras horas de la tarde, decenas de coronas de flores mostraban el pesar de familiares, compañeros y autoridades frente a la vivienda donde se velaba el cadáver. Una vez salió el ataúd, los cientos de personas asistentes al funeral formaron un gran pasillo, al frente del cual se situaron numerosas parejas de guardias civiles y agentes de la Policía Local de Sueca y localidades colindantes, con el uniforme de gala y con más coronas de flores.
Los familiares de Tomás Catalán fueron detrás del féretro durante los poco más de quinientos metros que separan la vivienda familiar de la iglesia de San Antonio Abad de Fortaleny, adonde llegó a las 17.00 horas. Campanas tocando a duelo y coros religiosos recibieron el ataúd del agente, cubierto por una bandera y la gorra de su uniforme como Policía Local de Sueca, antes de que se oficiase el funeral.
Tomás Catalán recibirá la medalla al mérito policial a título póstumo que concede la Generalitat Valenciana, según anunció el conseller de Justicia y Administraciones Públicas, Miguel Peralta.