L D (EFE) Samir Ben Abdellah, un ciudadano marroquí de 36 años que antes de recalar en Mataró fue imán de la mezquita madrileña de Alcorcón, fue detenido este lunes sobre las doce y media de la mañana por supuesta integración en banda terrorista. Sobre Ben Abdellah pesaba una orden de busca y captura dictada por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón el pasado dos de noviembre en el auto en el que acordaba el ingreso en prisión de doce detenidos en la "operación Nova II".
Con esta detención son ya 38 los arrestados en las operaciones Nova I y II, que coordina el juez Garzón. Los islamistas detenidos en la "operación Nova II" se dividían en tres grupos: uno en Madrid, del que formaban parte varios de los autores del 11-M, otro en Levante y un tercero, que tenía como objetivos estaciones de tren y edificios emblemáticos de la capital de España, formado por reclusos de distintas cárceles.
Abdellah, según Garzón, formaría parte de la célula madrileña en la que supuestamente se integraban Abderrazak Azzi y Abdelkrim El Ouazzani, los hermanos Azzedine y Nourredine Bellid, todos ellos en prisión, y los huidos Said Rehou, Abdelafif Mouratik, Mohamed Larbi Ben Selam, Mohamed Ouazzani y Mohamed Afalah, sobre el que pesa otra orden de busca y captura en relación con los atentados del 11-M.
Este grupo se formó en Madrid entre finales de 2002 y febrero de 2003, y estaba dirigido por Mustapha Maimouni, quien lideraba una célula similar en la ciudad marroquí de Kenitra y que ahora está preso en ese país en relación con los atentados de Casablanca de octubre de 2002.
Según Garzón, Maimouni fue reclutado para la causa de la Yihad por el dirigente de Al Qaeda Amer el Azizi, y mantuvo contactos con Imad Eddin Barakat Yarkas, "Abu Dahdah", presunto responsable de la célula española de esta red terrorista, y con uno de los supuestos autores materiales del 11-M, Jamal Zougam, detenido el pasado 13 de marzo.
Con esta detención son ya 38 los arrestados en las operaciones Nova I y II, que coordina el juez Garzón. Los islamistas detenidos en la "operación Nova II" se dividían en tres grupos: uno en Madrid, del que formaban parte varios de los autores del 11-M, otro en Levante y un tercero, que tenía como objetivos estaciones de tren y edificios emblemáticos de la capital de España, formado por reclusos de distintas cárceles.
Abdellah, según Garzón, formaría parte de la célula madrileña en la que supuestamente se integraban Abderrazak Azzi y Abdelkrim El Ouazzani, los hermanos Azzedine y Nourredine Bellid, todos ellos en prisión, y los huidos Said Rehou, Abdelafif Mouratik, Mohamed Larbi Ben Selam, Mohamed Ouazzani y Mohamed Afalah, sobre el que pesa otra orden de busca y captura en relación con los atentados del 11-M.
Este grupo se formó en Madrid entre finales de 2002 y febrero de 2003, y estaba dirigido por Mustapha Maimouni, quien lideraba una célula similar en la ciudad marroquí de Kenitra y que ahora está preso en ese país en relación con los atentados de Casablanca de octubre de 2002.
Según Garzón, Maimouni fue reclutado para la causa de la Yihad por el dirigente de Al Qaeda Amer el Azizi, y mantuvo contactos con Imad Eddin Barakat Yarkas, "Abu Dahdah", presunto responsable de la célula española de esta red terrorista, y con uno de los supuestos autores materiales del 11-M, Jamal Zougam, detenido el pasado 13 de marzo.