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Interior paga dos vuelos diarios desde Canarias a la Península con ilegales que luego abandona

El Ministerio del Interior pone a disposición de la Policía Nacional de Extranjería dos vuelos diarios desde Canarias a la Península con inmigrantes ilegales subsaharianos, que después abandona a su suerte en las ciudades de destino. Según informa el diario ABC, el PSOE, que criticó esta medida cuando se encontraba en la oposición, ha intensificado ahora estos vuelos después del cambio de tendencia de las mafias que introducen ahora por Canarias a los inmigrantes del África subsahariana.

El Ministerio del Interior pone a disposición de la Policía Nacional de Extranjería dos vuelos diarios desde Canarias a la Península con inmigrantes ilegales subsaharianos, que después abandona a su suerte en las ciudades de destino. Según informa el diario ABC, el PSOE, que criticó esta medida cuando se encontraba en la oposición, ha intensificado ahora estos vuelos después del cambio de tendencia de las mafias que introducen ahora por Canarias a los inmigrantes del África subsahariana.
(Libertad Digital) Dos aviones de la compañía Swiss Air parten todos los días desde el aeropuerto de Las Palmas con destino a cuatro puntos de la Península, que pueden ser indistintamente Madrid, Málaga, Valencia y Murcia. En estos vuelos, fletados por el Ministerio del Interior, los pasajeros son inmigrantes subsaharianos en situación ilegal y los policías nacionales que les custodian.
 
Estos viajes, cada vez más frecuentes después del cambio de estrategia de las mafias que introducen vía Canarias a los inmigrantes ilegales, trasladan a los subsaharianos hasta la ciudad designada, donde son abandonados a su suerte en la calle para que se busquen la vida. Otro aspecto a tener en cuenta es el colapso de los centros de internamiento, que se ven desbordados ante esta llegada masiva de "sin papeles". El año pasado, según confirmaron fuentes de Barajas, sólo a Madrid llegaron en avión desde Canarias 2.200 subsaharianos.
 
Según informa ABC, los inmigrantes llegaron en aviones fletados por el Gobierno y bajo la cobertura de una Ley de Extranjería insuficiente, que no ha hecho otra cosa que acentuar el "efecto llamada" de miles de personas. Según las fuentes, la cifra total de traslados a la Península el año pasado estaría entre las cinco mil y las nueve mi personas.

El proceso hasta llegar a esta situación sería la siguiente: tras la llegada de una patera los inmigrantes son interceptados y registrados. En caso de ser marroquíes son devueltos a su país en 48 horas. Si son subsaharianos y se puede demostrar que proceden de Nigeria (país con el que existe un convenio) será posible su devolución; en caso contrario, los inmigrantes ingresan en uno de los centros de internamiento de Fuerteventura. Allí pueden estar un máximo de 40 días, después son conducidos a la Península.
 
En cualquier caso se les proporciona un documento sellado por la Policía nacional de Extranjería en el que pone que nos se les va a enviar a su país. Con ese papel se abren dos posibilidades: dejarlos en las calles de las islas o trasladarlos a otros puntos. Las quejas de Canarias provocaron hace ya varios años que primero el Gobierno del PP y ahora el del PSOE, que en su día criticó ferozmente la medida, optaran por reenviarlos a la Península y dejarlos a su suerte.

Una vez en la ciudad de destino, se les traslada al centro de internamiento de la ciudad, donde se constata su llegada y quedan en libertad. Teóricamente estas personas pueden ser detenidas después por infracción a la Ley de Extranjería, pero como no hay dónde devolverlos, su detención implicaría empezar todo el proceso de nuevo.

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