L D (EFE) Los historiadores César Vidal, Julio Valdeón, Fernando García de Cortázar y Pío Moa, el escritor y director del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, Gonzalo Santonja, el archivero Carlos Travesí de Diego y el teólogo Olegario González de Cardedal tomaron parte en un acto ante más de mil personas que contó con la presencia de buena parte del Gobierno autonómico, incluido su presidente, Juan Vicente Herrera. "Se trata de un acto despótico y antidemocrático, de una decisión que vulnera todos los principios del sentido común, en función de intereses partidistas espurios. Es necesario resistir a ese despotismo, estamos en una democracia y sus principios deben defenderse", argumentó Pío Moa en contra de la devolución de los papeles.
Para César Vidal, desmantelar el Archivo es "un disparate" y una cuestión "ética", pues si situaciones técnicas se van a dirimir contra el sentido común y las leyes por intereses de partido "caemos en una conducta que erosiona hasta sus propias raíces la esencia de la democracia". Recordó que "hasta ahora ha habido unanimidad de los partidos democráticos para mantener la unidad, y se pronunciaron en ese sentido personajes que ahora mismo han saltado al otro lado de la valla, como el ministro Jesús Caldera o el propio (presidente del Gobierno) José Luis Rodríguez Zapatero". "En la historia del Archivo no están sólo los salmantinos o los investigadores, están todas las personas que quieren que siga existiendo un imperio de la ley y del sentido común en este país", agregó.
Julio Valdeón, que formó parte de la comisión de expertos en cuyo dictamen se ha basado el Gobierno para impulsar la devolución de los papeles, defendió que de la comisión "no salió ninguna propuesta, porque no hubo debate ni votación, lo de la votación se lo inventó Federico Mayor Zaragoza, que presidía la reunión y ha estado con Franco, con la UCD o con el que manda, le da igual de un lado que de otro". También lamentó que otro de los miembros, Antonio González Quintana, que había defendido antes que a los catalanes se les dieran copias y no los originales, se calló. "Yo no sé si es que le iban a dar un cargo en el ministerio, pero se calló. Supongo que son compromisos políticos lo que lleva a algunos a esas actitudes".
Para García de Cortázar, "no son los papeles de Salamanca, sino los de España" y es el nacionalismo catalán el que ha puesto en marcha esta operación para enfrentar a los españoles y así afirmar su nación catalana como distinta. "El sentido común tiene que prosperar, dejemos las cosas como están porque si nos ponemos a mover las vírgenes, las estatuas y los papeles de todos los museos y archivos de España acabamos despedazando el gran patrimonio español", aseveró.
Mientras, Travesí defendió la entidad del Archivo como tal frente a quienes argumentan que es "una mera colección", pues "la incautación de los documentos no fue un mero botín de guerra caprichoso, sino que sirvió para acciones punitivas, y se utilizó hasta los años 70 para nombramientos de alcalde o expediciones de DNI". Aseguró que ha recibido muestras de preocupación de otros compañeros y sostuvo que el Ministerio de Cultura ha jugado "vilmente" con los miembros de la comisión de expertos, que "se han llevado las manos a la cabeza" tras conocer el anteproyecto de ley que dará cobertura legal a la devolución de papeles a Cataluña.
Para César Vidal, desmantelar el Archivo es "un disparate" y una cuestión "ética", pues si situaciones técnicas se van a dirimir contra el sentido común y las leyes por intereses de partido "caemos en una conducta que erosiona hasta sus propias raíces la esencia de la democracia". Recordó que "hasta ahora ha habido unanimidad de los partidos democráticos para mantener la unidad, y se pronunciaron en ese sentido personajes que ahora mismo han saltado al otro lado de la valla, como el ministro Jesús Caldera o el propio (presidente del Gobierno) José Luis Rodríguez Zapatero". "En la historia del Archivo no están sólo los salmantinos o los investigadores, están todas las personas que quieren que siga existiendo un imperio de la ley y del sentido común en este país", agregó.
Julio Valdeón, que formó parte de la comisión de expertos en cuyo dictamen se ha basado el Gobierno para impulsar la devolución de los papeles, defendió que de la comisión "no salió ninguna propuesta, porque no hubo debate ni votación, lo de la votación se lo inventó Federico Mayor Zaragoza, que presidía la reunión y ha estado con Franco, con la UCD o con el que manda, le da igual de un lado que de otro". También lamentó que otro de los miembros, Antonio González Quintana, que había defendido antes que a los catalanes se les dieran copias y no los originales, se calló. "Yo no sé si es que le iban a dar un cargo en el ministerio, pero se calló. Supongo que son compromisos políticos lo que lleva a algunos a esas actitudes".
Para García de Cortázar, "no son los papeles de Salamanca, sino los de España" y es el nacionalismo catalán el que ha puesto en marcha esta operación para enfrentar a los españoles y así afirmar su nación catalana como distinta. "El sentido común tiene que prosperar, dejemos las cosas como están porque si nos ponemos a mover las vírgenes, las estatuas y los papeles de todos los museos y archivos de España acabamos despedazando el gran patrimonio español", aseveró.
Mientras, Travesí defendió la entidad del Archivo como tal frente a quienes argumentan que es "una mera colección", pues "la incautación de los documentos no fue un mero botín de guerra caprichoso, sino que sirvió para acciones punitivas, y se utilizó hasta los años 70 para nombramientos de alcalde o expediciones de DNI". Aseguró que ha recibido muestras de preocupación de otros compañeros y sostuvo que el Ministerio de Cultura ha jugado "vilmente" con los miembros de la comisión de expertos, que "se han llevado las manos a la cabeza" tras conocer el anteproyecto de ley que dará cobertura legal a la devolución de papeles a Cataluña.